viernes, 29 de julio de 2016

Incertidumbre literaria

Muchas veces he sucumbido a las malas ideas sobre la escritura. Primero me asaltan como si formaran parte de un problema mayor, luego cuando se apaciguan... miento; rara es la ocasión en la que cierta duda literaria abandona los resquicios de mi pensar. Aunque la consulte en la RAE o en alguna cuenta de ortografía de las redes sociales. Siempre permanece ahí y la incertidumbre, una vez resuelta hace yesca en la imaginación, preparando el terreno para la próxima. 
¿Se pueden colocar comas entre preguntas? Las he visto emplear en mis autores favoritos, pero el que lo hagan muchos buenos no significa, ni por esas, que sea norma de escritura (porque el ser humano siente un contínuo desafío en quebrantar lo establecido). 
En esas, detesto los quizá con una ese final. Pueden llegar a nublar el día, la tarde o el rato de lectura. O el procedimiento de las ediciones más selectas de algunas obras famosas y transcendentes que tildan la tercera persona del pretérito del verbo dar con un dió hiriente y enervante. 
Todo ello me altera porque si uno cree disponer de unos cimientos literarios comunes y lógicos, cuando ve algunos de estos casos le asalta la desconfianza miedosa y descorazonadora. Nadie quiere ser la oveja descarriada, aunque muchos chulearán de ello y de su intentona. Habla alguien que ha visto también como dos comas cercaban a la siempre ágil i griega (perdón la ye), como pretendiendo generar una pausa demasiado prolongada en el tiempo; casi como un punto, vamos.
Los hay, eruditos ellos, que siguen tildando el solo y el pronombre este como si no se adecuaran a la última actualización de la RAE de 2010. ¿Acaso debe haber modas y modelos a la hora de componer un texto? 
Algunos, podrán tacharme de pedante, pero se equivocan; porque también cultivo errores, de vez en cuando. Lo único es que no pretendo prolongarlos durante las 400 páginas de una novela. 
Los males escritos se pueden remediar. Solo es cuestión de prestar la suficiente atención o interés; aspectos a la alza en esta sociedad que trafica con la prisa y lo irrelevante. Existe un gran vacío en este guion; no todo vale; seamos, por tanto, juez y parte del asunto.