miércoles, 29 de septiembre de 2010

Al habla...

Todos somos periodistas. Nos hemos licenciado, sin saberlo, en Mirar por encima del hombro. Nos creemos capaces de juzgar al prójimo por ser diferente, o lo que es peor…, por ser semejante. Vemos la paja en la mano ajena, pero no la nuestra. Apreciamos las faltas ortográficas del vecino, pero nosotros somos perfectos y cuando nos cansamos de criticar al de al lado, nos quejamos por estar vivos: “qué frío hace”, “qué calor”, “qué madrugones”, “qué Gobierno”, “qué mal juega el Madrid”, “qué lejos está la taza del inodoro de tú cama…”.
Damos la vuelta a la tortilla con tal de dar con una comparación forzada hasta la extenuación. Algo que refuerce la asepsia. Ser el primus inter pares de la “disparidad”.
Si hay una huelga general nos tiramos a su cuello mientras olvidamos los derechos fundamentales; si no la hubiera se pediría a gritos y a cacerolazos. Los piquetes (los jueces del pueblo autonombrados) tal vez sepan.
Existen innumerables críticos en todos los campos: los que meten su sucia nariz en la copa de vino o cerveza, los que mastican y conceden rango a los restaurantes con una dentadura plagada de caries y así hasta el ocho en horizontal. La inmensa totalidad de ellos, siguiendo una idea de Chuck Palahniuk, no conseguirían desarrollar un producto ni la mitad de bueno del que critican. Porque cuando algo no se puede conseguir, empezamos a juzgarlo.
Bien es cierto que los críticos pasan por un periodo de unos cinco años estudiando mucho de nada y, al menos, eso les sirve para distanciarse algo de los demás comentarista al uso. Ojo, aun así, tampoco hay ninguna diferencia. Es la mandíbula de una anaconda enganchada a su propio culo.
Todos somos la princesa y el príncipe del pueblo. Todos hacemos más ruido sin atender lo que reporta un silencio. Todos en busca de nuestro escaño.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Lo decía Avril Lavigne

Se oye demasiado la expresión: “complicado”. En la Guardia Civil lo han complicado todo un poquito más. Ya no es jugársela a Apto/No Apto; ahora hay que sacar una nota concreta. Algo que te vuelva a situar en el mundo de los números y no de las palabras (o de dígitos camuflados entre nombres propios). Han añadido una prueba física: salto con espalda. Un recurso que se han sacado de la guantera y que estaba en desuso hace bastantes años. También han elevado la nota de corte de noventa puntos (para que se hagan una idea; a los licenciados o militares con diez años de profesión les dan ocho y diez de baremo respectivamente) a ciento veinte, casi.
En las autoescuelas el sol tampoco resplandece. Si uno pretende sacarse el permiso de circulación de moto, observarán que tarde o temprano la oficinista empleará la palabra complicado. Ya no sirve ir con tu ropa y calzado a examen. Se debe llevar una indumentaria completa de motorista, que más vale les hayan regalado en algún cumpleaños o Navidad por si algún día…
Además han añadido una prueba de aceleración y deceleración.
No sé si no han caído en que la sociedad se rige bajo la teoría de la oferta y la demanda; con lo cual si hay poco trabajo la facilidad para desarrollar cursos y ayudas debería de favorecer al demandante… pero no es así. Una pena que haya caído en pozo sin fondo un concepto tan básico y vital. El dinero negro en España se producirá en espuertas.
El carné de carretillero debe haberse convertido en una prueba de fe y llegar al sexto curso de la Escuela Oficial de Idiomas en una lenta agonía. Porque otro pilar que han dinamitado, sin preguntar cuándo había que pulsar el detonador, es la enseñanza con un Plan de Bolonia, que lo único que puede lograr, en estas tesituras, es igualar a España con Europa pero a la baja.
Lo preocupante es la corriente ciudadana que piensa que un cambio de Gobierno puede borrar complicar del diccionario. Las medidas que deberían tomar no serán rápidas ni, desde luego, mágicas. Todo conlleva un coste… Ya se aprecia con la edad de la jubilación. Tampoco hay distinción entre los dos posibles mandos políticos, aunque, por otro lado, es lógico que haya gente que se agarre a un clavo al rojo vivo… pero que no se engañen con Rajoy… ni con Zapatero.
No deja de ser impactante la política de “estrangulamiento” que se han empeñado en seguir la mayoría de las empresas e instituciones públicas, echando el cerrojazo.
La presión del agua nunca cesa. ¿Cuándo se abrirá el grifo?

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Líneas curvas

Quisiste alzarte encima de los Jesuses;
Tal y como tomabas tus rotondas.
Galán Belcebú que cae de bruces.
Señorón Smith ayudaste a Pocohuntas.

Aguirre te quitará la pajarita.
Héroe en coma, traidor por puntazos;
que si arma, que si besas Coronita.
Con carné aún… oro de ley, pena a plazos.

Los Neira bombeáis tinta en las venas;
sumideros de vuestra densa mostaza;
miel por el culo, festín de verbenas.
Tan cutre, tan… teleprompter en Bonanza.

Sufrieron despotismo tus enfermeros.
Honoris causa en veni, vidi, vincit.
Hurtarías a los chinos crecepelo.
Al anonimato se vuelve en bici.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Editorial de una asociación (salvo retoques)

Otra vez el otoño y su primo invierno. Retorno a la manta y al chaquetón. Del humo azul de los puestos de castañas a la escarcha albina, en na de tiempo, habrá más que un tres cuartos.
Suenan las sirenas colegiales y de institutos. Los paños han limpiado ya todos los pupitres y sillas. Comienza el nuevo año académico.
Al principio fue Rafael Chirbes quien nos apadrinó, pero siguiendo el dicho popular madre sólo hay una y padres…; hemos preferido que sea, de aquí en adelante, la joven escritora Yolanda Iscar la que nos secunde con más éxito y productividad.
Siendo ya francos. Esperamos que el nuevo nombre haga un poco de “faro” en esta oscuridad literaria por la que cruza cualquier sociedad civil, con ánimo de divertir, agradar y aprender, en cualquier panorama municipal.
Si esto fuera la carta a los Reyes Magos (a la vuelta de la esquina), pediría casi lo mismo que todos los comienzos de temporada: gente nueva y despierta que añada más direcciones culturales a La buena letra, seguir contando con la minuciosa, pero vital, ayuda económica que nos concede el Ayuntamiento de Fuenlabrada, dar varios recitales con nuestras letras, o del puño que salgan, con sus respectivas revistas y que los miembros de la asociación, otro nuevo curso, se nos deje como estamos. Que aunque parezca que no, pero en tiempos agitados disponer de buena salud, cuando menos, ya es el 50% de algo; los cimientos sobre los que luego se edificaría todo lo demás.
Suerte para los de siempre y para los que están por llegar.