domingo, 28 de febrero de 2010

Olvido infame


En El País Semanal de hoy, último domingo y día de febrero, cierra la edición, como de costumbre, el señor Javier Marías. El tema que trata su artículo viene titulado La breve vida de la posteridad y nos viene a decir lo fatuas que son las modas frikis (o incultas, aunque no aparece esta palabra en el texto) del consumismo cultural. Menciona que ya nadie, salvo algún rezagado, se dedica a leer El código Da vinci ni El niño con el pijama de rayas, que la Fundación Cela y sus obras han podido pasar casi al olvido y predice (con sumo acierto) que nadie recordará la trilogía de Stieg Larsson ni lo que era un Na´vi dentro de cinco años. También cita grandes clásicos de la música, del cine y de las letras; a los que el olvido ya está sepultando según él. Así, aparece William Faulkner; del que exclusivamente he leído Mientras agonizo y, aunque resultó una obra muy compleja y de la que todavía no he podido extraer su jugo, he de decir que me pareció de una narración prodigiosa por su sutileza; muy semejante al estilo narrativo del propio Marías (del que recomiendo, encarecidamente, Corazón tan blanco).
A decir verdad, este autor español de vitola de origen (como los buenas piezas de jamón), ya que su padre era el filósofo Julíán Marías y su tío es el icono cinematográfico Jesús Franco, no dice nada nuevo con este artículo.
Podía haber arremetido contra los Ebook (libros electrónicos), pero, muy a mi pesar, considero que esta tecnología puede ser el final de las imprentas y editoriales; aunque sólo sea por ahorrar papel. Por cierto, este autor también cuenta con editorial propia e infinitamente mejor que otras de mayor relumbrón al dedicarse a una producción más de arrabal.
Dicho esto, a lo mejor no saben quién es aun; pero si siguen los “celebrities” de Muchachada Nui, tal vez, recodarán al de Arturo Pérez Reverte. Bueno, pues el compañero que aparecía también con metralleta y camisa roja no era otra que la caricatura de Javíer Marías.
Los humoristas lo clavaron. Pérez Reverte era el prepotente y Marías el cauto. Uno será devorado por el olvido, el otro no.

sábado, 27 de febrero de 2010

Thor-menta.


Estoy expectante. Se supone que esta tarde visitará Madrid una ciglogénesis explosiva. Y no es el seudónimo de la porno star del momento, sino de una tormenta perfecta (el periodista que ha escrito esta ocurrencia podía haberse esmerado más) de tomo y lomo, una tempestad acromegálica; aunque cuando llegué a la meseta ya estará en proceso de disipación. Una pena, porque acababa de preparar un bañador y la toalla para disfrutar a lo grande; pero, por lo visto, es puramente aire en movimiento sin apenas agua. Vamos que habrá chicha pero sin limoná ¡Pues vaya tocomocho!
Veíamos, en estas semanas anteriores, como Canarias se convertía en un Aquopolis improvisado... tan acostumbrados ellos al sol bajo un clima casi africano, luego Madeira se desmenuzaba por el vendaval acuático (amén de la sensibilidad del jugador de turno) y ahora... le toca al chotis.
La verdad es que si alguien ha observado durante unos minutos el cielo de la capital de estos días grises; se habrá dado cuenta de lo pictórico que parecía; casi como si estuviera sacado de un oleo de John Constable. Una maravilla, sin duda, para los que se nos suele perder la mirada entre las nubes.
Mientras escribo esto la gente sigue en la calle jugando al fútbol, montando en bicicleta a 14 Cº. Una temperatura acorde con las fechas en la que nos movemos. Ciudadanos que se están saltando a la torera las medidas de prevención. Puede que sean tan escépticos como yo y piensen que todo esto del cambio climático es otro cuento de Satanás. Aunque pensaba lo mismo de la crisis económica y sigo parado.
Estoy, casi, seguro de la existencia de unas medidas de control ciudadanas sustentadas en el miedo por parte de las capas más "donosas" del poder. Ojalá pudiera demostrar con mis manos lo que sostiene mi intuición. De momento, me conformo con la foto de una amiga en la que aparece un cáctus floreciendo en pleno mes de octubre o noviembre. Dos ya no son uno.

A lo cubano


Cuba. Ese país anclado en el tiempo. Ese país, que es de todo menos país, ha sido una vez más noticia pero, esta vez, por la escasa representación estatal y no por el “señorito”. Orlando Zapata (que buen apellido que se ha perdido) Tamayo, un preso político del movimiento que allí llaman “primavera negra”, cuando en 2003 se acusó a una serie de disidentes por considerarles mercenarios americanos, ha muerto en la prisión Kilo 8 tras una huelga de hambre de 85 días. Ante este hecho tengo que matizar cuatro argumentaciones: 1)Viene a la memoria el caso reciente de la repatriada Aminatu Haidar en un aeropuerto español. La diferencia básica entre las dos situaciones estriba en que en un aeropuerto no están obligados a alimentarte, pero en una prisión el estado, por ley, está responsabilizado de alimentar hasta por la fuerza si se ve conveniente. Con lo cual, no entiendo cómo a Haidar apenas se le notaba el deterioro físico y a Zapata le ha durado tanto la agonía.
2)Bien es verdad que la primera estaba en democracia y el segundo en una dictadura de izquierdas. Pero la mujer se vio respaldada por los medios de comunicación, líderes políticos, actores y creo que al final salpicó hasta al rey. Todo cuadraba en un país de verbena (chiringuito televisivo) y de tapas (a las que renunció Haidar. Sin frivolizar demasiado). Pero en Cuba se ha echado en falta, por ejemplo, la opinión de algún famoso; como podría ser el caso del grupo musical Orishas (¿Hacía dónde mirabas Yotuel? Que nos lo digan a nosotros, vosotros y... a ellas) o algún actor de la industria cinematográfica cubana; tan productiva en antaño y tan desaparecida ahora.
3)Todo esto vino por la mencionada con anterioridad “primavera negra” de la que me quedo con ese miedo latente a lo caza de brujas iniciado por el senador McCarthy en Estados Unidos y que está implantado en la sociedad cubana donde vigilan hasta a Joaquín Sabina cuando visita el país y eso que ya conoce a Fidel en persona.
4)Lo nefasto es que la situación va a peor y en la cárcel Kilo 5 ya han comenzado otra huelga Eduardo Díaz Fleitas, Diosdado González, Nelson Molinet y Fidel Suárez Cruz. Una situación en la que el Comité de Derechos Humanos debería ir preparando el bisturí.
Por último, mencionar que el CIDH, Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ha reclamado a La Habana la liberación inmediata e incondicional de los arrestados en el raid de 2003, tras lo acontecido con Orlando Zapata. Veremos qué sucede.
Por cierto, acaba de afirmar el actor Willy Toledo que Zapata era un delincuente común. Curiosa España, dónde los actores son periodistas y los periodistas son... lo que son. Nada nuevo por el horizonte ya que Sean Penn tuvo una temporada que hacía documentales sobre Irak. Ahora está en medio de un proceso judicial por propinar una paliza y romperle la cámara a un paparazzi. Más de un actor debería abandonar el egocentrismo.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Cuando estuve en el último trabajo

Ayer petó el aire acondicionado del lugar donde trabajo y encima todas las ventanas estaban cerradas a cal y canto. Llegó un momento en el que me planteé el estar picando una zanja a la sombra antes que estar en una oficina a treinta y pico grados. Teniamos los párpados caidos como si hubiéramos estado consumiendo drogas a destajo, pero no, es increible lo que te hace el aire caliente estancado cuando no repones líquidos. Sobre todo, noté el malestar en mis compañeros que no suelen quejarse. A eso de las cinco y pico se me ocurrío ir a por un refresco; pero nada, me lo bebí casi del tirón y la pájara seguía en la cabeza.
Me metí en Tuenti a olisquear, por duodécima vez, o más, pero no había nada nuevo ni llamativo. Volvi a hacer ronda: El Mundo, El País, La Voz de Galicia.... As y Marca están restringidas (no me pregunteís por qué).
A falta de media hora para salir la jefa nos dijo que para estar groguis mejor que nos fueramos y así es como acabamos en el bar. Ellos cerveza, yo piña y en el medio la tapita con queso o chorizo más los crujientes colines. En la tele estaban echando una competición de salto de trampolín. Una compañera alucinó con el torso de un saltador. Luego se arrepentía: -Buag, es de gimnasio.
Más tarde me fui. Tenía prisa por regresar a casa y hacer algo de carrera continua.
Ayer de camino al curro apareció un anacoreta que parecía un enano de los juegos de rol; calvo, frente marcada, iris niveos (era ciego), las cuencas de los ojos profundas y una barba larga y negra perfectamente recortada. Tocó una canción en la que el protagonista se quedaba ciego de amor o algo así. La verdad es que en los trayectos voy empanao o leyendo, por lo que no le presto demasiada atención. La gente no le dio mucho dinero a pesar de que el enano no llevaba varilla para andar y chocaba, de vez en cuando, la guitarra contra los viajeros.
El más efusivo en el don monetario fue otro anacoreta que iba descalzo con mochila que le introduce unas monedas en su riñonera. Cuando el guitarrista ciego se va, éste le toma el relevo distribuyendo unas hojas en las que pude leer algo sobre la leucemia. Él tiene más éxito que el primero.
Ya en el curro me tomé mi rutinario refresco con tan mala fortuna que en el primer sorbo se me hizo un nudo en el estómago. A pesar de saber que el estiramiento intestinal duraba unos segundos, se me hizo eterno. Un compañero se percató: -¿Qué te pasa Dani que estás morado? Le expliqué lo sucedido sin extenderme mucho en algo tan nimio, como también puede ser el agarrotamiento de la planta de un pie mientras duermes (sucede, a veces, mientras doy la marcha atrás al tener apoyado en tensión el pie izquierdo sobre el embrague) o los de la mandíbula mientras se mastica. Rarezas corporales; qué sé yo. Algo más tarde decido darle a otro compañero más anciano unas palmeras de chocolate: -Agggh, eso es veneno. La verdad, es que tenía razón. Cómo le iba a discutir, si siempre estaba devorando tomates, pepinos, manzanas y demás fruta. Al rato aparece con la media naranja de rigor y me la ofrece como todos los días.
La mástico suvemente para no salpicar su jugo mientras pienso que la mejor fruta es el yogur porque no hay que pelarlo.
El aire acondicionado está arreglado.
Ayer amaneció de nuevo. Caminaba hacía el tren cuando una chica me paró para pedirme unas monedas porque le habían dejado ahi tirada y quería ir a Toledo. (¿Por qué a mi?) pensé. Se las dí y una voz cínica retumbó en mi cabeza: -La has huntado porque era una chica de buen ver, que si no... aunque, esa voz no tenía mucho fundamento ya que en otras ocasiones he dado a más gente.
Ya en el trabajo observé que una chica, bueno una mujer, bueno un pivón, avanzaba hacía mi puesto. Era morena y llevaba el pelo recogido con una coleta. Tenía gafas de sol de esas que te tapan todo el rostro e iba con un precioso vestido azul marino que al estar tan ceñido me hizo pensar en sus probables 90-60-90. Preguntó que quién la podía ayudar con su marcado acento rumano o croata (pronunciando las erres y las eses huecas) que era azafata de vuelo. Me contuve la risa, porque parecía que había dejado el avión aparcado en la azotea y se acababa de bajar de él. Le envié a transportes porque no era de mi sección.
A las siete salgo del edificio. El aire caliente me quema el rostro. Observo los edificios en derredor. Que agobio.
Que suerte tenía cuando podía escribir todo esto.

martes, 23 de febrero de 2010

Mi padre

José Luís Atienza Juárez es mi padre. Un lobo estepario que sabe sacrificarse por su manada y que siempre encuentra un risco por el que seguir ascendiendo por la montaña mientras jarrea el chaparrón. José Luís es la sólida consagración de la teoría que sostiene que el tramo más corto entre dos puntos es la línea recta. Es maquiavélico hasta el tuétano como gran superviviente que se precie. De facto, es el único capitalista (me consta que de izquierdas y respetuoso con el obrero) que amo y soporto. Todos los demás son simples valores IBEX o NASDAQ.
Comenzó a ganarse el pan como joyero y la vida le empujó a reinventarse (algo que sospecho que hace a diario) y cuando esto sucede o se salta o te hundes con los muebles.
Mi padre ha cruzado el tranco (y siempre lo seguirá haciendo) de la muerte familiar. Un estacazo en el hocico que comenzó hace ya largo tiempo.
Cuentan que su hermano Miguel estaba de caza una noche por el campo y que se lo tragó un pozo; así, sin más. Nunca apareció el cuerpo. Ahora se ha quedado sin padres, pero os puedo asegurar que todavía oigo aullar al lobo entre sus silencios. Por eso, considero que si hubiera un retrato de él seria evocado con el tenebrismo y la oscuridad de un Caravaggio. Porque conozco las sombras que arrastra y sé que le han curtido y ha intentado aprehender de ellas.
De ojos azules cuando se levanta soñador, de ojos verdes cuando almuerza conformista y de ojos grises cuando se acuesta apesadumbrado. De él heredé el semblante serio (que, a veces, es fachada), ese aire desafiante tan madrileño, tan mírame y no me toques.
A sus labios, sí a los suyos, son a los que huyo cuando necesito que alguien me baje de la nube o cuando debo levantar más la cabeza. Porque su tiento es dulzura en mi tibia sinrazón.
Hubo un tiempo cuando mi hermano y yo discutíamos, casi a diario, que nos sentó a los dos en el sofá y nos argumentó lo siguiente: -Sois sangre de vuestra sangre y como tal estáis empujados a entenderos de por vida. Llegará el día en esta familia en que sólo os tengáis el uno al otro...
Ojalá le hubiera dicho su padre lo que una vez me dijo el mio.
Buen bailarín aunque el tango se le resista. Gran observador, que sabe de antemano que los pequeños detalles esconden las grandes verdades. Por eso le escribo esto.

lunes, 22 de febrero de 2010

El sol llega a su fin


Director: Danny Boyle.
Título original: Sunshine.
Intérpretes: Cillian Murphy, Rose Byrne, Cliff Curtis, Chris Evans, Michelle Yeoh, Troy Garity, Hiroyuki Sanada, Benedict Wong.
País: Gran Bretaña.
Año: 2007.
Guión: Alex Garland.

El sol es un tema de actualidad. Recientemente, la NASA ha lanzado el Atlas V para impulsar el Observatorio de Dinámicas Solares, que estudiará el astro de luz y calor hasta 2015.
El largometraje Sunshine acapara, curiosamente, una posible relación con este hecho. Es otro guiño más del género de la ciencia ficción.
El sol se está apagando. Bajo este acontecimiento la historía narra cómo unos científicos y astrofísicos en un futuro tienen que reactivar el sol con cargas atómicas para que no se consuma y pueda convertir nuestro planeta, de nuevo, en habitable; ya que permanece dañado por una densa capa de hielo. Me parece divertido el paralelismo entre cine y realidad; ya que en el largometraje el sol se apagará en cinco años y en la realidad el Atlas V estará también durante ese lapso estudiando al astro radiante.
El director es Danny Boyle; esa especie de híbrido entre Steven Spielberg británico y David Fincher. Un autor (ver el uso de las lentes amarillas y azules que desarrolla en este caso; no tiene desperdicio) que ha regalado la historia colorista de Slumdog millonaire, y al que pocos le agradecerán, sin embargo, el hecho de haber rescatado al Dicaprio de hoy, tras hundirse en un peligroso rol de Romeo juvenil con La playa. Otros le recordarán por hacer una de las mejores versiones sobre zombis en Europa. Plantándole cara a Amanecer de los muertos.

El guión de Sunshine se sustenta en rasgos zen como en las plantas que transportan en la nave Ícarus II y que son más valiosas que el platino. También, se puede afirmar que el argumento destila un fuerte aroma a la trascendencia de la supervivencia del ser humano como conjunto (algo que ya logró con creces de forma individual en 28 días después) y un perpetuo conflicto entre los momentos de paz y tranquilidad frente al caos y la hostilidad en algunos fragmentos igual de logrados. Lo más significativo es el hecho de que los protagonistas soportan toda la carga de la humanidad en sus hombros en una misión de la que, por fuerzas mayores, el hombre no ha tenido la culpa del enfriamiento solar. En este caso puede semejarse a El Núcleo. Pero Sunshine camina más allá de las puertas de un simple Blockbuster.
Continuando con el guión, cabe destacar la incongruencia de que sobreviva el capitán del primer Ícarus sin reservas alimentarias.
La fotografía es buena y la banda sonora cumple con creces.
En cuanto al reparto decir que se antoja, en cierto modo, un tanto descafeinado. La culpa de ello la tiene el protagonista principal Cillian Murphy, que parece estar en estado de gracia y al que ya han elegido para secundar a Al Pacino en la adaptación de Dalí que aun se encuentra en fase de producción.
Por otro lado, se esperaba más de Chris Evans, que en Sunshine hace un papel insípido y superficial pero necesario. Espero que su representante cuide con más precaución las películas en las que interviene tras la malévola Push.
Por último, concluir destacando el montaje sencillamente soberbio haciendo de punta de lanza en el largometraje. Sin más, considero que es el causante de que la sensación de vacío y asepsia en el espectador sea más punzante.
Buena mezcla de ciencia ficción pura y thriller psicológico a la altura de Blade Runner y Solaris.

domingo, 21 de febrero de 2010

Amor no es una palabra

Marcos recibió un email de Luis; éste a su vez de Carmen, que le había enviado Raquel porque otros muchos se lo habían reenviado y que yo reproduzco a continuación: <<…No tengo la más remota idea de lo que significa el amor. Pero puede que sea sentir el sol en el rostro sin esperar nada más. Recibir el calor de una familia cuando no se merece. La imagen que, no siempre, vemos en nuestro espejo. Cuando se nos ha golpeado y hemos querido responder con más ira. La prisa que se puede llegar a tener por levantarse cuando se acaricia el suelo. Bañarse en un mar desnudo y no querer volver a tocar tierra firme. Apreciar una segunda oportunidad concedida por una amiga cuando se dijo el "nunca más". Huir con un portazo queriéndote quedar ahí toda una vida. Concluir un contrato con la sensación de que termina algo más que una simple labor. Degustar el escozor de un tocino pata negra. Quedar en pie por las calles al amanecer cuando todos ya se han acostado. Ser el alma del cotarro por unos instantes. Escalar una montaña y llegar a su cima con la frente bañada por el sudor. Tenderle la mano al amigo que, aquella vez, te la jugó. Sentir en un concierto que la canción habla sólo de tus secretos. Generar brillo en los ojos de un padre. Disfrutar de las cualidades de un hermano y que a ti te faltan. Recostarte sobre unos latidos que, tal vez, esa noche vayan dedicados a tí. Cuando a uno le comunican la muerte y saber que tiene todo hecho y bien atado. Otorgar sin tener que recibir. Amor es contigo y sin tí>>.
Puede que a alguien le llegue este correo electrónico en días sucesivos. Ustedes verán a quien se lo mandan.

sábado, 20 de febrero de 2010

Radionovela

El secreto de Amancio

Capítulo Primero

El secreto de Amancio cuenta la historia de una familia pobre dominicana que descubre que uno de sus familiares oculta un oscuro secreto.

1- Enrique: (observando el plato de concón mientras todos comen) Anoche tuve una pesadilla muy mala. A decir verdad, lo malo ha sido despertar de ella.
2- Amancio: ¿Qué soñaste hijo? Cuéntanos.
3- Enrique: Que era rico. Vivía en una casa con mucho terreno y me iba a comer unas uvas de mi extensa viña cuando desperté.
4- Amancio: ¡Eso es buenísima señal! Significa que alguien hoy o esta semana te va a dar algo de dinero.
5- Mamá Charo: Son tonterías, mejor hacer hueco en la mesa a Fabiano y Luzmilla que vienen a comer.
6- Enrique: (mirando a su madre escéptico) ¡Genial, no tenemos ni para nosotros y acoges a los vecinos! Tendrán que comer en la tapa de las ollas porque no quedan platos.
7- Amancio: (serio) No seas avaro. Más vale que no te hayan oido. Llévate a tus hermanas al cuarto.
8- Enrique: Mañana partiré a buscar trabajo. Ya no pasaremos hambre.
9- Fabiano: ¡Buenos días Charo! Gracias de nuevo por esto.
10- Mamá Charo: No hay de qué Fabiano. Donde comen cinco comen siete.
11- Amancio: (jovialmente) Que peinado tan bonito trajiste hoy Luz, qué te hiciste. A Mamá Charo se le alborota de estar erre que erre en la cocina.
12- Luzmilla: Apenas lo toqué hoy. Si acaso los rulos de por la mañana.
13- Fabiano: ¿Fuiste hoy a la peletería a trabajar? No te vi.
14 Amancio: (apenado) No que no fui. Ayer estuve catorce horas con las pieles y hoy mira, concón de nuevo, y mañana dios dirá.
15 Fabiano: No te apures. Me han redicho que eres de los más honrados y de los que más rápido curten la piel.
16 Amancio: (triste) Eso da igual. Enrique quiere marchar en busca de trabajo y no tiene ni money para la guagua.
17 Fabiano: Que buen chico tienes. A mi sólo me han salido muchachas que quieren irse a Hollywood.
18 Amancio: (pesadumbroso) Me acuerdo de Martina.
19 Fabiano: (prestando más atención) ¿de cuála?
20 Amancio: De la hija mayor que me mataron.
21 Fabiano: ¿te la mataron?
22 Amancio: Si, un diablo y su escopeta ¡Maldito!
23 Fabiano: Algo de eso leí. No te apures, mira que hogar tu tienes. Pequeño, pero con una familia que está contigo todos los días. Mis hijas se marcharon pronto de casa.
24 Mama Charo: ¡Paso paso que quemamos! Os venimos viendo pesadumbrosos desde la cocina.
25 Luzmilla: sonreíd un poco que pronto es Navidad.
26 Enrique: (con prisa) Marcho que he quedado con Claudio y Azucena. ¡Hasta luego a todos!
27 Todos: ¡Hasta luego!
28 Mama Charo: ¡Vas a sudar con la pana!
29 Enrique: (ya en la calle, con compromiso) ¿Llevabaís mucho esperando?
30 Azucena: (dulcemente) No, si es por ti.
31 Claudio: Íbamos a marchar ya tardón.
32 Enrique: Mis hermanas no me dejaban. Siempre quieren que juegue con ellas.
33 Azucena: Tenemos algo muy importante que decirte.
34 Enrique: Tus ojos no mienten. Parece serio.
35 Claudio: (bajando la voz) Es… sobre tu padre.
36 Enrique: Imagino que ya se sabe por aquí que ya no acude al trabajo porque no le quedan ni ganas. Pero el encargado sabe que es donoso.
37 Claudio: A decir verdad, es algo peor.
38 Azucena: Me lo ha contado mi madre cuando le dije, por fin, que el chico que arrojaba piedras contra la ventana para verme, eras tú.
39 Enrique: (con agravio) ¿Pero que es eso que guardáis?
40 Azucena: Verás… (Se interrumpe)
41 Amancio: Deberíais resguardaros del nubarrón.
42 Claudio: (con sobresalto) ¡Qué susto!
43 Amancio: Sólo falta ese trueno que parta el cielo para que las nubes, como cascarones rotos, empiecen a derramar agua. Nunca las había visto tan oscuras y verdes. Que silencio tan raro hay en el ambiente. Pronto tronará.
44 Enrique: ¿Marcharon ya Luzmilla y Fabiano?
45 Amancio: (serio) Apunto están. Salí porque desde la ventana parecía que hablabais de algo serio. Tu madre necesitará ayuda para limpiar la cocina. Tomad mi paraguas y refugiaos en aquella techumbre. No querréis correr la misma suerte que el afilador al que un rayo le dejó medio cuerpo inútil.
46 Claudio: Gracias.
47 Enrique: Mirad que atento. Apenas tiene fuerzas para andar y nos trae un paraguas.
Voy a juntar pesos para buscar trabajo. Si es necesario, pienso irme a la cooperativa y que luego me manden a otros países a aprender la labor.
48 Azucena: (triste) ¿Me vas a dejar aquí?
49 Enrique: Conseguiré money suficiente durante dos años para comprarnos una casa más grande para mi familia y para ti, Azucena.
50 Claudio: Eso es difícil.
51 Enrique: No creas. He hablado con compañeros que ya lo han hecho.
52 Azucena: Marcharemos juntos y así conseguiremos más bonanza. Ha llegado entonces la hora de que sepas la verdad.
53 Enrique: ¡Soltadla ambos de una maldita vez!
54 Claudio: Tu padre no es lo que parece.
55 Enrique: (algo impresionado) ¿Y qué es entonces? Es un hombre humilde que hace lo que puede por los suyos.
56 Azucena: ¿O eso es lo que os ha hecho creer a todos?
57 Enrique: (enojado) ¿Cómo te atreves a insinuar eso?
58 Claudio: Siempre me he sentido culpable por no habértelo contado antes. Tú, que amas a tu padre más de lo que se merece y por eso, tal vez, tus oídos no estén hechos para estas palabras todavía.
59 Enrique: ¿Pero de qué ustedes hablan?
60 Claudio: Anoche acudí a ella para contárselo todo y llegamos a la conclusión de que era la hora de que te enteraras antes de que marches a otro país como nos predijeron tus compañeros.
61 Azucena: Verás. Yo me enamoré del chico que admiraba a su padre pero sé que nunca serás como él. No os parecéis ni físicamente tan siquiera. Sois la luz frente a la oscuridad.
62 Enrique: ¡Más os vale que sea cierto lo que habléis!
63 Claudio: Hace un año iba dando un paseo por los arrabales en mi bicicleta cuando oí que alguien estaba discutiendo. Las voces procedían del interior de una casa lujosa. Me escondí tras unos arbustos por miedo a que la luna llena revelara mi presencia. Dentro, por la ventana, vi a tu padre discutir con Martina. De repente, su novio el niño de Melchor, el letrado, le apuntó con una escopeta. Los dos hombres se enzarzaron en una pelea y al final un disparo acabó con la vida de tu hermana Martina. Tu padre, lleno de cólera arrebató el rifle al pretendiente y le asestó otro tiro en el pecho.
64 Enrique: ¿Qué? ¿Mi padre mató a mi hermana?
65 Claudio: No, el dedo que estaba sobre el gatillo era el del novio mientras discutían. Fue el amor o el cariño lo que le empujó a acabar con él pero lo más tormentoso fue que tu padre limpiara las huellas y ocultara la verdad. Días más tarde los diarios publicaron que habían asaltado a Melchor para, posiblemente, llevarse todas sus ganancias, pero de eso ya no estoy seguro de quién asaltó la casa en días posteriores.
66 Enrique: (lleno de dolor) ¡Dios mio! ¡Eso es mentira!
67 Claudio: Lo vi con mis propios ojos, lo juro por ella.
68 Enrique: ¡Maldita sea!
69 Amancio: (En casa) Estos chicos. Se pasan más rato en la calle que en sus casas.
70 Mama Charo: Déjalos, son jóvenes.
71 Amancio: (bajando el tono) ¿Recuerdas cuando nos conocimos?
72 Mama Charo: Nos veíamos a escondidas. Nuestro primer beso fue bajo el sauce llorón del pantano. ¡Qué tiempos!
73 Amancio: Pantano que acabaría comprando Melchor para construir su mansión hecha con el sudor de sus trabajadores explotados y de los que nunca supo ni el nombre. Las cosas han cambiado. El mundo ya no es mundo.
74 Mama Charo: (con ilusión) Vamos hombre, tampoco te pongas así.
75 Enrique: (entrando en casa) Las nubes se han disipado. Al final ni hubo rayo, relámpago, ni tormenta.
76 Amancio: No soy perfecto.
77 Enrique: (apunto de romper a llorar) Ni que lo digas.
78 Amancio: Charo, me dijeron Luzmilla y Fabiano que te iban a enseñar una planta nueva que tenían a ver si sabías cuála es, anda ve.
79 Mama Charo: ¡no!
80 Enrique: ¡Márchate mamá!
81 Amancio: Haz caso a tu hijo anda.
82 Enrique: Me han contado algo.
83 Amancio: Ya veo ya. Se te ve en la cara que tienes algo que no te deja casi ni respirar. Lo hice por vuestro bien. Para que no os tachasen como la familia del asesino. No pude contener el dolor y le pegué un tiro.
84 Enrique: (irónico) Y yo que venía a decirte que me había enterado que Correa puede ganar en Perú. Te escupiría fuego si pudiese.
85 Amancio: ¡Ni te imaginas el dolor que se siente cuando te arrebatan algo así!
86 Enrique: Ocultaste las pruebas.
87 Amancio: Y ya, ¿qué más da? Todo se ha ido al traste. Siempre he sabido de mi cobardía.
88 Enrique: Desde entonces cambiaste. Ya apenas nos hablas. Siempre estás inmerso en tu trabajo y ya ni tienes fuerzas para ir. Esta casa es mejor hogar cuando no estás. ¡Eso es lo que me duele! Que encima de cobarde te dedicaras a una hija muerta en vez de a la familia que sigue viva.
89 Amancio: Ya nada importa.
90 Enrique: ¡Eso ríndete, baja los brazos!
91 Amancio: No has entendido nada. ¿Por qué crees que no me muevo de este sofá deshilachado?
92 Enrique: Porque desde entonces deseas día y noche haber muerto el primero en aquella discusión.
93 Amancio: En parte tienes toda la razón; pero no sabéis lo que dejan entrever las grietas en el alma de los hombres.
94 Enrique: ¿De qué estás hablando?
95 Amancio: Me refiero a esas grietas de la pared del salón. Dentro de ellas hay algo que me sigue manteniendo vivo. A veces, en la puesta de sol me tumbo aquí y observo algún destello dorado. Pobre Melchor. Ni se imagina cuánto perdimos los dos aquella noche.
96 Enrique: ¡Ahora mismo voy a la policía!

viernes, 19 de febrero de 2010

Cicatriz

Herida malva que no cicatriza.
Frío desgarrador bajo las sábanas.
Inusitada luz que encoleriza;
estéril iglesia sin sus sotanas.

Para las cicatrices calafate,
para la soledad unos tequilas.
Lágrimas ácidas en las mejillas;
caí en tus uñas como un botarate.

Almas errantes por entre la negrura.
Barcos hundidos en el olvido del mar;
tanto bien antes, ahora... ¡qué amargura!

Por mi boca otro jazmín ha de brotar.
Vienen más fuegos, otra quemadura.
Cada vez, hay menos ropa en mi ajuar.

Lo que Seven se dejó


Director: Tom Shankland.
Año: 2007.
Título original: WAZ.
Intérpretes: Stellan Skarsgard, Melissa George, Selma Blair, Ashley Walters, John Sharian.
País: Gran Bretaña.
Música: David Julyan.
Fotografía: Morten Soborg.

Que maravilla. Si estuviéramos en un combate de boxeo tendríamos que hablar de un croché con amago. Es decir, cuando el adversario desliza el hombro izquierdo hacía arriba, pero suelta el golpe con el derecho desde abajo. Esto es lo que consigue Waz. El argumento gira en torno a una pareja de policías de homicidios que investiga las muertes de unas víctimas que aparecen con mutilaciones y la palabra Waz (w-delta-z. La fórmula Price en la teoria del gen egoista) en distintas partes de su cuerpo. Todo recuerda a Saw, menos los rasgos que hacen de este largometraje una obra de culto dentro del subgénero policial.
El asesino coloca a la víctima en una compleja situación. O bien deciden morir ellos mismos o matar a la persona querida que les ha colocado a su lado. De ahí viene el cinismo de marcar a los fenecidos con el símbolo de la teoría del gen egoísta.
Rodada con una cámara amateur, como si de un documental o película porno se tratase, consigue un tono de realidad e impersonalidad apabullante. El reparto cumple. Sobre todo Stellan Skargarsgard en el papel de Eddie Argo; un policía que vive en los arrabales de la justicia y simula una mezcla idónea de derrota y de tesón. Melissa George hace de la fiel y astuta compañera Helen O´Mara. Una actriz que siempre pasa desapercibida menos para Woody Allen que le dió la batuta en Melinda y Melinda. Cierra el elenco Selma Blair, la novia de Hellboy, tan misteriosa como atractiva.
El guión es correcto dejando pequeñas migas conceptuales y perceptivas que culminan en un final desgarrador. La historia general conserva un aire quebrantado por las malas acciones de unos malhechores y un distrito policial corrupto que trafica con drogas; propio del cine noir (cine negro) más oscuro. También se ve ayudada por una atmósfera de intriga que reposa más en espacios cuando es noche que cuando día; sustentado todo ello en un manejo de los tempos excelente con una atrevida mesura por parte del director Tom Shankland.
Si le tuviéramos que buscar un pero, sería el hecho de que, bajo mi punto de vista, no tiene ninguno.
Buen cine de suspense mejor que su antecesora, Seven.
Para finalizar, mencionar ese logrado y acertado final rindiendo tributo al manido y facilón tema del amor.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Caramelos malditos


Título original: Byan Singers Trick´r Treat. Truco o Trato.
Año: 2009.
Director: Michael Dougherty.
Intérpretes: Anna Paquin, Brian Cox, Dylan Baker, Leslie Bibb.
Nacionalidad: USA.

El largometraje (aunque apenas llegue a la hora y veinte. Un factor gratificante) está producido por Bryan Singer, productor, a su vez, de la serie House, director de las dos primeras partes de los X -Men y al que, tal vez, no le hizo falta el remake de Superman.
David Sierra tiene mucha razón en la crítica de su página de terror
(http://www.aullidos.com/pelicula.asp?id_pelicula=1094) al mencionar el tremendo desbarajuste en las distribuidoras de cine que hay en algunos casos en España. Truco o trato es uno de ellos. A alguien se le ocurrió que el producto no servía para ser distribuido en las salas de cine por lo que fue editado en DVD. Grave error, porque esta película tiene todos los elementos para convertirse en una obra de culto. Aprovecho para mencionar la mala labor de doblaje que se escucha últimamente en las películas; 2012 sin ir más lejos.
Centrándonos en el argumento; la historia es un retrato coral de varios personajes que sufren una serie de acontecimientos terroríficos en Halloween. Tiene un fuerte tono gore y cínico como sello de identidad. Este título bebe de otras cintas típicas slasher("perseguidor". La aclaración es propia, por eso va entrecomillada) como Viernes 13 o San Valentín sangriento.
También recuerda a Sin city y alguna que otra producción tarantinesca.
El metraje se ve perjudicado por una apariencia Scream o Sé lo que hicisteís el último verano, pero sólo es un mero contratiempo, que, a la larga, acaba por diluirse.
A favor tiene un terror inteligente, una producción cuidada al milímetro (ver créditos de inicio y finales y el detalle de contar con actores de confianza que ya intervinieron en X-Men) un aire a cómic satisfactorio, un gran actor como Brian Cox (el mejor del elenco), un tono a lo Historias de la cripta o Cuentos para no dormir y el contar con un relato que parece tener a Guy de Maupassant como inspiración literaria; me refiero a la historia del conductor del autobús escolar. Lo malo es que hay otros pasajes que recuerden un poco a Sthepen King. No se deben comparar.
Por último, destacar que los efectos especiales puede que defrauden a las retinas más exquisitas, que a veces el guión patina (como en el momento del desfile en el que una víctima se pregunta por qué nadie se da cuenta de que está herida. Es porque la sangre de los otros disfrazados es tan real como la verdadera. Vaya) y que es una pena que hayamos sido tan pocos los que hemos disfrutado de Truco o trato. Un factor menor es el hecho de la fallida y engreída labor de colocar el nombre del director o, en este caso, productor en una película.

domingo, 14 de febrero de 2010

Carnavales 2010

Fueron Carnavales; uno de los pocos días en los que la gente no va disfrazada. Decidimos ir a una especie de after que hay en Móstoles. Los puertas estaban graciosos anoche y nos dijeron que no se podía pasar. Iba a soltar alguna idiotez, pero no se me ocurrió nada en ese momento, ni tampoco ahora. Nos dejan entrar y nos dan una pegatina para que encontremos a nuestra pareja. Me tocó el coyote, pero no vi a la correcaminos por ningún lado. Tampoco la busqué. Una amiga se acabó tropezando con el compañero y el regalo que les hicieron fue una camiseta del pub, bastante chula por cierto.
La sala comenzaba a rebosar. Los grados suben; etílicos y centígrados. Se producían empujones, pisotones, rodillazos; vino un segurata para pedirnos que quitásemos los abrigos y adornos de una columna luminosa. Si hubiera percheros... y los hay; pero son de pago y siempre están vacíos.
Fui a la barra a por un refresco, deslizándome sobre un suelo repleto de hielos y cristales rotos. Cuando llegué me robaron cuatro euros por veinte centilitros de Coca cola. Navajazo al canto.
En derredor, había todo tipo de disfraces: monjas, el Papa al que le reproché sus creencias porque yo iba de musulmán, comecocos (los del videojuego nada referente a la psique), piratas, enfermeras, policías, egipcias que al ser preguntadas por Nefertiti pasaron de mí, Mochilo, el malo de Saw, gatitas mansas y fieras, vacas, vikingos, homo insapiens (ah no, que eran los seguratas), Pocahontas, Blancanieves sin los siete enanitos (¡arriba Mudito!) y demás personajes que ya no recuerdo.
El pub se seguia llenando; entraban más que salían empujados por el frío. Uno de seguridad, juraría que el mismo de la columna luminosa, se acercó al lado de un chaval que entró sin disfraz para decirle que con la sudadera del chándal no podía pasar. Tiene que doler en el orgullo que entren cuatro soldados de 300 y tu no.
La vegija, a modo de minidiscoteca, también estaba repleta. Los baños eran una marea de orina. Levanto la chilaba para evitar daños. En realidad, los inodoros eran la parte más higiénica porque nadie atinaba dentro. Me quité la barba postiza que ya picaba y chinchaba.
Al salir, me para un desconocido: -¡Hombre, Tomás! Le seguí el juego extrechándole la mano aunque parecía que no iba ebrio. -No soy Tomás.
-Ah, perdona. Parecía que eras el del instituto. Me despedí y me difuminé entre los disfraces.
La noche llegaba a su fin o el alba a su principio y el cansancio asaltaba. No estuvo nada mal la fiesta. ¡Ups! Todavía tengo los ojos pintados mientras escribo esto.

viernes, 12 de febrero de 2010

A mi madre

María Antonía López Peláez va a cumplir 52 años. El alma de María es una cenador con vistas a un oceano. Mujer de brío inagotable con un corazón que palpita brea. Poseé un cariño innato y exquisito horneado en La Mallorquina de Madrid. Contemplo las arrugas en esta guerra que todos luchamos.
El transcurrir de los días le ha minado de dolores. Que cobardes son sus huesos por creer que están de mírame y no me toques, porque mientras su razón siga intacta habrá vendaval para rato.
A las seis de la mañana se despierta su día; luego viene, va, regresa y se vuelve a marchar. Se merece un año sabático (o dos) pero tal y como están las cosas...
Ya ves, ella con dos trabajos y yo sin ninguno.
Me estaba acordando de cuando me enseñó a atarme los cordones de las zapatillas. La verdad es que con cinco o seis años no entendía la vehemencia de este acto, pero, más de una vez, se me desabrochan y al agacharme todo encaja.
No puedo evitar acordarme de El Tragón cuando la veo. Esa tozudez inhumana. Ese pequeño tractor que nunca se detiene por muy abrupto que se haya puesto el terreno. La verdad es que tienen algo de animal y creo que, aunque le arrancaran un miembro de un balazo, seguiría indiferente como una autómata. Tal vez haría una ligera mueca de dolor, pero poco más. El sufrimiento se hace eco en esa fortaleza de hormigón que lleva escondida en el pecho.
Si tuviera que compararla con un vehículo; sería una Transit granate. Esa que todavía circula por ahí. Tan resistente y sempiterna.
María se llama igual que su abuela, pero como el otro no le dé un nieto, conmigo, de momento, que no cuente.
Hasta aquí dejo su pequeño retrato.

Indignación no sólo en América

Una profesionalidad para quitarse el sombrero la de estos tres guardias de ¿seguridad? (o maniquís con pilas).
El video (http://www.elmundo.es/america/2010/02/12/estados_unidos/1265974285.html) muestra a tres tipos que agreden a una chica en Seattle (parece afroamericana). La agredida es pisoteada mientras los tres pastiches (los guardias que no guardan) otean los hechos como el ebrio que no encuentra el mando de la televisión del salón. Sólo les falta rascarse la bragueta. Que vergüenza.
Estamos hartos de los videos donde hay persecuciones y acciones demasiado extremas y ahora nos enseñan esta pasividad hilarante. Me temo que no hay punto medio. Por lo tanto, no sé de qué sirve un sistema mareante de cámaras de vigilancia; porque no hay que olvidar que cuanto más seguridad exigimos más libertad perdemos.
Cuando se les ha tomado declaración a los de seguridad (circulan peluches de Gismo por las tiendas más dinámicos) han alegado que la empresa para la que trabajan sólo les permite observar. Ante tanta volatilidad en el concepto americano sobre la seguridad, no sabe uno a dónde va a llegar ese mundo llamado América.
Menos mal que la policía de la ciudad ha utilizado las redes sociales como Facebook y MySpace (ah, ¿Pero no valían sólo para jugar a la granja y a la pecera? Que cosas. Herramientas donde cualquier organismo del Estado nos puede localizar. Por cierto, ya están haciendo el largometraje de "caralibro") y les han detectado.
De todos modos, el último puntapié que le dan en la cabeza a la agredida es para que alguno de los otros ciudadanos hubiera hecho algo. Por otro lado, es comprensible el miedo hacia la delincuencia si no llevas porra, esposas, chaleco ni pistola. Lo dicho.

jueves, 11 de febrero de 2010

Es como si...

Me consta que hay una expresión generalizada, y que se utiliza de vez en cuando, y genera gran debate entre los círculos de la psicología. Esta frase no es otra que la de empezar argumentando con es como si...
Verdaderamente, hay que admitir que da mucho juego tanto en la vida como en la literatura. Por ejemplo; si alguien se acostara con un desconocido en una noche, al día siguiente puede que comente a sus amigos más íntimos que la chica era como si supiera lo que le excitaba más. Ella, tal vez, afirme a sus amigas que él era como si intentara engullirla besando. Si uno de los dos queda insatisfecho podría sostener que las caricias eran fingidas; como si se quisieran sin quererse.
Un soldado, siguiendo con los ejemplos, puede llegar a su casa a la que hacía dos años que no iba y expresar que es como si todo estuviera igual pero sin estarlo.
Un personaje público de buena cartera también puede pensar que los que se arriman a él es como si le quisieran por su dinero o adquirir fama.
Un economista que interprete los números de la bolsa, el paro y de la microeconomía actual de España podrá sostener que la recesión es como si no se fuera a solventar nunca.
La oración indica una percepción de la realidad que puede o no ser cierta, por eso es tan dubitativa la dichosa. Seguro que a todos nos ha pasado algo que parecía una cosa pero sin serlo. Alguien que nos mira como si nos apreciara sin tener trato con nosotros o al revés; alguien que nos dirige una mirada de reproche casi sin conocernos (esto parece más común).
Dicho lo cual, nunca se sabrá a ciencia cierta si lo que se afirma con esta expresión es algo objetivo y real o subjetivo e irreal; de ahí la jocosidad del lenguaje y las ideas.
Por último, una fuente en materia comenta que se están creando grupos de debate y aprendizaje (donde más germinan es en Gran Bretaña, cómo no) donde los interesados acuden a charlar sobre filosofía, política y demás temas de “interés”. Por cierto, hay que pagar para disfrutar de ello. ¿Alguien se imagina estos círculos sociales donde se paga por hablar de amor?
Desde mi humilde punto de vista creo que aquí eso no seria fructífero.

martes, 9 de febrero de 2010

Esa realidad

Michael Greenberg.
hacia el amanecer
Barcelona. Editorial Seix Barral- Febrero 2009 (la primera edición es en 2008 en EEUU).
268 pág. 18 euros.


La historia que cuenta Michael Greenberg, periodista americano, tiene más en lo que no muestra que en lo que está escrito. El libro narra lo que le sucedió en la vida diaria a este profesional de la comunicación. Sally, su hija, padece trastorno bipolar a la temprana edad de quince años.
A través de una narración quirúrgica, el autor nos enseña los problemas que conlleva convivir y lidiar con una enfermedad mental. Él es el protagonista de la historia y está escrita en primera persona. Hay más personajes como su propio hermano Steve al que la fragilidad mental le ha llevado a vivir sólo en un piso con la ayuda económica de Michael o Pat, la nueva compañera del protagonista, que acaba cosechando el éxito escenificando a la locura.
Todos los personajes evolucionan en la historia, según vayan involucrándose más en el trastorno de Sally. A excepción de Steve que queda siempre al margen. El personaje más redondo es Michael al que se le conoce su sufrimiento en boca de los demás y deja algunas pinceladas de ello también a través de él.
El tiempo de hacia el amanecer transcurre durante cinco meses de 1996, pero en la nota final de tres páginas hace un avance el escritor a modo de conclusión desde el año 1998 hasta 2007. Herramienta narrativa conocida como flasforward o avance en castellano.
La narración no cae en el sensacionalismo. Utiliza la banalidad y la frialdad. Da la sensación al lector de que no ocurre nada, de que la vida es así de cruel.
Hay un doble juego muy liteario en el que el protagonista tiene que leer el libro que ha escrito su casero para darle el visto bueno. Una novela dentro de otra novela.
También, en este hilo literario, describe otros casos de escritores que sufrieron la esquizofrenia, depresión o bipolaridad en su hija como es el caso de James Joyce o la nieta de Hemingway que se acaba suicidando. Todo ello sustentado en los numerosos juegos de palabras de Sally y su creatividad literaria.
La medicación psiquiátrica está presente en el libro lo que le otorga mayor credibilidad (pág. 67, por ejemplo).
Secundariamente, se puede percibir que también trata de las relaciones personales; dentro ya de la zona psquiátrica del hospital, su convivencia con su ex mujer y Pat y, por otro lado, las familiares.
La historia transcurre en Nueva York. Es curioso como su anterior mujer acaba dejando la ciudad y Pat siempre le ha dado la sensación de querer irse de ahí también. Puede incitar a pensar que los males de la gente pueden ir ligados al estrés de una gran ciudad. El único que siente el apego por la urbe es el autor que acaba montando en cólera cuando el casero le induce a marcharse del piso. El abandono le saca de sus casillas, pero no la enfermedad de su hija, que lo deteriora.
Destaca la búsqueda del significado de la locura. En la página 108 no saben definir enfermedad mental, en la 120 el autor afirma que la locura según los budas es estar en tierra de nadie, el Bardo, la mente incorpórea, en la 163 dice que los griegos la concebían como una enfermedad sagrada. Hay más pasajes como los que habla con la familia hasídica en el hospital que sostienen que su hijo ha llegado a un estado supremo de genialidad y de contacto divino. Mezcla de religión y cultura.
Hay varios códigos de la época en la que transcurre hacia el amanecer: como puede ser el periódico que muestra que son los juegos de Atlanta, en la página 252 Bill Clinton despunta en las elecciones y el walkman que escucha Sally.
La obra está dividida en tres capítulos de forma errónea ya que debería ser un solo texto más la nota final; ya que la división de capítulos debe tener un motivo y aquí no existe. Habría que destacar la mesura con la que separa los sentimientos de la labor de narrar y la sensación de estar frente a un guión de sobremesa que genera al lector. Un libro mediocre que refleja de forma correcta lo indefensa que está la sociedad ante los enfermos mentales, los pocos recursos clínicos que hay y la frágil línea que separa la cordura de la enfermedad.

domingo, 7 de febrero de 2010

26 años

Veintiséis palitos cumplí ayer. En el apartado materialista he de decir que no me gustan los regalos. No sé si es porque no suelen acertar (lo siento, esto es un diario) o porque prefiero obsequiar (las ganas con las que uno elige algo y la pasión con la que espera gustar son completamente distintas a las de abrir tu propia ofrenda). Anoche no ocurrió esto. Saqué de un bolsa La conjura de los necios con sumo agrado ante lo desconocido y Romper una canción con suma satisfacción ante lo conocido. La noche empezaba bien.
En el apartado sentimental (el mejor) ocurrieron varios hechos destacados. El primero de ellos fue ver cómo uno de mis mejores amigos lloraba por la que ya no es su compañera. No creo en el amor, pero las lágrimas de esos ojos ya eran algo. Me enfundé el mono de trabajo e intenté consolar lo inconsolable. Su dolor reflejaba lo mal consejero que soy, lo poco que sé de ellas, lo mucho que nos queda por caminar. Apenas importó que alguien llorara en un día tan insustancial y tan tócame los huevos, como es el día de tu nacimiento. Sobre todo, cuando uno mismo también les ha hecho llorar en alguna que otra ocasión.
Esto hizo que me acordara de la frase de otra buena amiga que dice: “los buenos amigos se demuestran en los malos momentos”. Razón tiene ese pequeño torbellino.
El otro hecho es que intenté unir dos frentes (yo; tan amigo de la juerga y de la fraternidad): por un lado los amigos de mi hermano (y ya también míos) y los old friends de toda la vida. La tarea era complicada, pero, salvando pequeños detalles, el experimento salió positivo. Jugaron a los dardos, hablamos de frikadas manga, de largometrajes... En fin, un buen rato. Lo que si lamento es no haber nacido en un mes caluroso.
Haciendo un ligero balance he de admitir que soy feliz a mis 26 febreros. La vida parece que me va admitiendo en su lenguaje. Aunque la pobre todavía confunde las palabras ocupación por desempleo.
Amigos. Con lo que a mi me cuesta querer y les quiero.
Creo que los asiáticos son mucho más sabios y filántropos que nosotros, los occidentales. Allí, tener un amigo es como tener un hermano que te ayuda a salir del pozo, que monta contigo un bazar, que te da comida si te falta. Considero que el vivir codo con codo puede aliñar un poco más la vida.

viernes, 5 de febrero de 2010

Londres


La ciudad donde el sol nunca despunta del todo. Tan clásica y sucía como impoluta y moderna. Me sorprendieron los cuervos y su graznido fantasmagórico a lo Resident Evil. Deslumbraron los focos, las chicas guapas y los cochazos de los tontos; los cuáles pegan acelerones para sentirse observados. Que raro; de qué me suenan esos engreidos.
Decepcionó el Soho, que aunque fuera domingo debió estar candente y no de gays. No sé dónde se ocultaron las muñecas que se ven por el día. Heló la brisa del Támesis que calaba hasta el hueso. Una ciudad peculiar donde la comida no sabía a nada, ya sea salada o dulce (me comí un helado descatalogado en España y estaba soso) y dónde las pintas (unidad de medida) podían ser de sidra o de cerveza para bebés (ya que no llevan ni gota de alcohol o eso parecía). Lo que no entendí es cómo se puede emborrachar alguien con semejante aguachirri. Dejé por imposible el evitar acostarme a las siete de la tarde, hecho que jamás había sufrido, y el de interpretar por dónde venían los coches... de ahí algún que otro susto. En cuanto a esculturas y arquitecturas me pareció fascinante todo; Big Ben, London Eye (no me monté por no soportar su lento transcurrir), Oxford Street, El museo británico, Govern Garden, Picadilly, la zona financiera (mezcla de Nueva York y Gotham) y me quedé con ganas de ver los aposentos de Enrique VIII y deseché la visita al barco inglés anclado que participó, por última vez, en Las Malvinas. Me desquité montando en el piso superior descapotable del Original Tour (yo que siempre me reía de los chinos por Madrid) cenando en la terraza a nueve grados y diciéndole a un taxista que conducía como MR. Bean (llegué a pensar que nos ostiaba al bajarnos). Frigo es Wall´s y Lay´s son Walkers (atención a las campesinas que allí son de vinagreta). Fui inglés todo lo que pude en mis posibilidades. Por cierto, como España...
Poco después, El Big Ben señala las cinco en punto de la tarde. Ya es completamente de noche en Londres. La niebla ya ha comenzado a emanar del Támesis y sepulta desde la campiña inglesa hasta Regent Street; la calle más transitada de Europa, según ellos, y donde el capitalismo hace un brindis al sol. Los nativos, por costumbre, ya ni reparan en esa intangible presencia, pero ahí está. Fría y difusa, camufla su perfume añejo y mustio bajo los aromas de los restaurantes hindúes y pakistaníes o de franquicias como Burguer King o McDonald´s. Niebla; la única materia silenciosa y discreta que es capaz de convertir Hyde Park en un cementerio. La superviviente de las guerras mundiales, peste bubónica y al gran incendio, más todo lo anterior, parece marcar el momento del relevo: transeúntes a sus casas, destripador a la calle. La noche de Londres está rodeada de misterio. Parece que hay toque de queda porque los ciudadanos se reducen al menos un tercio de los que hay durante el lapso de sol. Sin duda, lo mejor de la ciudad es aquello que se escapa a los dominios del hombre.
Mención aparte, destacar que por la calle no hay canes, que la televisión es pésima y que unido a lo temprano del acostarse, Gran Bretaña debería ser el país con el índice de natalidad más elevado del mundo.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Tongazo de la editorial SM

Resulta que iba a participar en este concurso enviando un microrrelato de 157 caracteres (el máximo según las bases de la edición son 160) y al colgarlo en su servidor, te reduce el texto a doce caracteres como mucho. Lo más llamativo es el hecho de poder votarte a tí mismo las veces que quieras. No sé que intenta conseguir una editorial de tanta embergadura con un concurso que cuenta con 600 euros para el ganador.
Esta es la dirección de lo que comento (http://www.microrrelatos-sms.com/pages/1)
Y esto es lo que iba a mandar. Por cierto, ¿para que te imponen que comiences con No quedaban libros si luego te mutilan el texto?

No quedaban libros malos por quemar. Habían ardido ya los de Stephen King, Ken Follet y Dan Brown, entre otros muchos. Ya sólo les quedaba Don Quijote, Rayuela, Ulises, La celestina, La regenta, Odisea, El lazarillo de Tormes y unos incunables de grandísimo valor. El frío seguía arreciando con su manto hostil y fuera de aquella casa estaba la oscuridad, el vacío, la muerte. Quemaron servilletas, diarios antiguos, álbumes repletos de recuerdos, cortinas y hules. Más tarde, movidos por la desesperación, fueron echando a la lumbre sus libros de valor. Eran ediciones especiales y estaban impresas en un papel de mejor calidad; lo que hacía que desprendieran más calor. Así, con la mirada encendida y el rostro sonrosado, comenzaba a amanecer. Habían sobrevivido. -No te preocupes por tus libros cariño, ya los volveremos a comprar.
El hombre, cabizbajo, no sabía cómo decirle que al anochecer ya sólo les quedaba por prender lo que había en la caja fuerte de ella.

Una cena peculiar


A principios de los años setenta, Judy Chicago impartió un programa exclusivo para mujeres en una Universidad de Fresno. Forma parte del Movimiento Feminista de los años 70 en los Estados Unidos. Algunas de sus obras son Womanhouse, Birth Project o The holocaust Project.
La obra que aparece en la fotografía es The Dinner Party. Habría que matizar, que es una instantánea de un enviroment (instalación artística de mesas, sillas y decorados, en este caso) que construyó en 1979. Conserva cierto simbolismo católico al ser una mesa triangular lo que contradice lo que se están comiendo en la mesa (alimentos que simulan ser órganos sexuales femeninos).
Las copas tienen similitud con el cáliz sagrado. El hecho de ser un triángulo evoca, en sí mismo, un pubis. Aunque según la simbología puede representar la perfección o el equilibrio. Los cubiertos son de madera como en la Edad Media.
La mantelería es una crítica al papel de la mujer en la sociedad; ser amas de casa. La obra es un homenaje a 33 mujeres que, según Chicago, representan los pilares del mundo occidental. El número de mujeres también es simbólico ya que el tres, tanto en la literatura popular como en la simbología, es un número especial y místico. El espacio interno de la mesa está alicatado con azulejos que reflejan la luz, otorgando a la obra un halo divino.
Hay un gran misterio por el hecho de lo sencillo que parece todo, el halo religioso que envuelve la escena y lo que van a degustar los comensales.
La perspectiva está muy lograda gracias al contraste cromático, el gran tamaño de la escultura y las líneas perfectamente visibles de las mesas. El punto de fuga sería esa luz en mitad del triángulo. Tal vez, intente compararlo con el punto de dónde nace la creación; el útero. Los colores de los hules, manteles y alimentos son ocres lo que transmite una sensación de tranquilidad y quietud; es como si avisara de que ahí van a estar personas; es una aproximación a lo carnal, al pecado. Si los colores fueran más fríos y llamativos podría indicar algo artificial o inhumano, pero no es ese caso.
The Dinner Party carece de movimiento. Es como una obra inacabada ya que le falta lo más importante, la gente comiendo y charlando en el banquete murmurando que no saben, exactamente, lo que están degustando.
Tiene gran proporción por el tamaño real del enviroment. La composición es triangular con dos planos: el primero las mesas, manteles y platos y el segundo el hueco alicatado que queda en el centro reflejando la luz.
En cuanto a la forma, decir que está fragmentada porque de la obra original se ha sacado la foto; una creación en dos soportes.
Una buena escultura, pero incompresible ya que si es una crítica a la sociedad y pretende resaltar los valores y roles femeninos, no se comprende que las protagonistas del banquete sean mujeres. Deberían ser hombres los que comieran de los platos como si de esclavos se tratara. La artista deja ese cabo suelto.

La incomunicación de la burocracia

De nuevo Estados Unidos. La fertilidad de ese territorio debe tener algo especial para concebir a tantos artistas. A finales de los setenta la carrera de Jenny Holzer comenzó a cosechar sus frutos. En vez de las naranjas dulces de Valencia, ella regaba obras textuales en Ohio. Descubrió que todo texto proyectado sobre cualquier formato podía ser una obra de arte en sí misma. No importa quien hubiera escrito o ideado ese conjunto de frases, porque según la autora: “de esa manera son puro contenido, lo que sea que quieran decir”. Ya en 1977 comenzó su primera serie Tópicos, que no cobró cuerpo hasta que se le ocurrió presentarla sobre pantallas electrónicas en Times Square. Ya tenemos los dos pilares básicos de su obra: textos y pantallas electrónicas o cualquier otro soporte de la construcción y vestimenta. Desde entonces ha expuesto por medio globo: Nueva York, Viena, Turín, Texas, Berlín y Málaga, entre otras ciudades.

Siguiendo con la serie Tópicos, es preciso recordar algunas de las frases más notorias, como: el ruido puede ser hostil, la palabra sirve para ocultar la incapacidad de actuar y tienes que tener una gran pasión.
Centrándonos en la obra Red Yellow Looming, hay que recordar que es una composición de trece pantallas luminosas en las que se van reflejando mensajes desclasificados del gobierno, habría que escribir miles y miles de folios para llegar a vislumbrar todo lo que Jenny Holzer quiere transmitir. La artista está haciendo una dura crítica contra el Estado. Por ello utiliza como medio de transmisión las plataformas luminosas que podemos ver en los servicios sociales como hospitales, los centros de seguridad social, empleo, etc. Considero que ella se está decantando por una crítica burocrática. Pretende dinamitar al Estado desde dentro. Esos paneles rememoran mañanas perdidas y desayunos funcionariales de hora y media; evocan las legañas decorosas, el sostén caído y la corbata mal anudada; el querer decirlo todo con una frase en rojo y, en verdad, no decir nada. El anima de Larra con su Vuelva usted mañana en la mano se posa sobre Red Yellow Looming. Aunque es una obra electrónica no tiene sonido. Eso no repercute en que las letras amarillas y rojas resulten hostiles. Es como si gritasen: ¡Espere su turno! o ¡Le falta un papel en su petición!
Toda la composición quedaría muda sin el excelente juego de sombras. Una oscuridad moderna, ya lejana del tenebrismo de Caravaggio, pero que se sostiene con los mismos hilos invisibles (ver La vocación de San Mateo, de Caravaggio) de aquel afamado artista.
Galeristas no le faltan a esta americana. Sin ir más lejos dos españoles han patrocinado la exposición de esta obra. El primero de ellos fue Manuel González Longoria que prestó sus salas en 2004 para Red Yellow Looming. Hace unos años, con la feria de ARCO, signo del contexto en el que se mueve la artista estadounidense, Javier López ha patrocinado la segunda exposición de su composición. No hay que olvidar, que también estuvo en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga.
Por último, decir que apenas hay rastros de disconformidad por parte del Gobierno Estadounidense en la Red sobre esta pieza; deben de asumir sus top secrets. En contundencia es complejo ganar a los mensajes, frases y textos de Jenny Holzer. Algún líder carismático debería habérselo reconocido ya. Imaginen el diálogo entre el Dalai y Holzer: -Gracias Jenny, por mostrar un mundo donde las palabras derrotan a las balas.

martes, 2 de febrero de 2010

Victor Sjöström y otros maestros del cine mudo

La primera proyección pública sueca de El jardinero, tuvo lugar el 1 de noviembre de 1980, sesenta y ocho años después de su rodaje. La censura sueca consideró que la película era un tanto ofensiva para la moral, argumentando con creces que la “hermosa muerte” de la joven en el jardín de su propia casa era contraria a todo ideal de justicia. La Svenska Bio (que acabaría trasladándose de Kristiansdad a otros estudios nuevos en Lidingö) protestó y la película se presentaría ante el mismísimo gobierno sueco encabezado por Karls Staff.

Alguna copia se vendió al extranjero; lo que hizo que la película no desapareciese definitivamente. De esa manera se llegó a recuperar con el título The Broken Springose. Las cualidades que adornan la obra mostraron ciertos matices precoces para lo que era el cine de entonces (planos cortos y sin ritmo). Aspectos como el predominio del relato mesurado donde se muestra un ritmo presto, la consistencia lumínica de las imágenes (donde a pesar de visionarse en dos colores; a lo largo del corto, se aprecian numerosos matices de claros y oscuros) y la presencia incesante de la naturaleza. Esta obra fusiona la voluntad humana patente en casi todos los personajes y las propias imágenes que la representan.
Con su segunda obra conservada Danos el pan de cada día, se aprecia de nuevo el talante conservador de la sociedad sueca de entonces; donde el liberalismo se abre paso en Europa. El sindicalismo estaba ya dando sus primeros pasos. Los impuestos públicos se afianzaban de dos modos: los voluntarios que eran llevados a cabo por la gran burguesía para contribuir al desarrollo social y los obligados o comunes, que eran llevados a cabo por todos los ciudadanos como partícipes de una sociedad en avance. En cambio, algunos hechos sociales como el voto de la mujer; cuajaron primero en los países nórdicos y más tarde en el centro del continente (en España se aprobó en 1931 y en Rusia en 1917). Esta censura sueca como señalaba con anterioridad; rechazó la obra teatral de Nils Krok (en la que se inspiró Sjöström para su segunda filmación) alegando que los dramas sociales sobre la pobreza no estaban de moda.
Sjöström con la sucesión de los planos medios y largos hace avanzar más ágilmente la historia. Los rótulos muestran lo ya visto, siendo muy breves (algo curioso que ha llegado incluso hasta nuestros propios días, donde el DVD ha imitado un poco la presentación de las escenas, titulándolas por separado para reconocerlas y poder seleccionarlas con mayor facilidad a través de nuestro mando).
Este autor contribuyó a mejorar el camino de una nueva forma de narrar, contando muchos sentimientos y sucesos en tan sólo cuatro rollos de película.
Otras características que se aprecian en ambos cortos son: el sensacionalismo donde los personajes están enfermos o acaban muriéndose y la protagonista en ambos casos tiene que afrontar la vida (o bien buscando nuevo hogar y tras verse vencida suicidándose o llegando a la locura saliendo años más tarde de ésta con la ayuda del hijo querido). Esto muestra la reacción del gobierno sueco de entonces ante el sensacionalismo.
Se aprecia también las correspondencias secretas entre el mundo exterior y los conflictos del alma, analogías discretas que implican un sentido desusado de las proporciones, la profundidad de campo, los contrastes mencionados anteriormente del blanco y del negro, de la sombra y la luz, del rasgo y la masa, conservándose al mismo tiempo el realismo e imponiendo sus imágenes al mundo real.
Habría que hacer mención a otros acontecimientos del cine mudo en el contexto marcado por la propia película.
En 1911 se construyen los Estudios de Cristal en las cercanías de Postdam, que se inauguraron con el largometraje La danza de la muerte protagonizado por Asta Nielsen. En los años siguientes son ampliados de forma constante y la producción se dispara. En diciembre de 1917 se funda la UNIVERSUM-FILM-AG (UFA) por iniciativa de los militares alemanes que buscan el efecto propagandístico del cine. En la UFA participaron el Gobierno, bancas y representantes de la industria del acero, eléctrica, de la navegación y de la agricultura; también invierten en la distribución y en las salas. Con sus enormes recursos económicos se impone en el mercado alemán sin verdadera competencia.
En 1921 la UFA absorbe a la Bioscop y se hace con la propiedad de los terrenos de Babelsberg. Bajo la dirección del productor Erich Pommer, fundamental para comprender lo que se ha dado en llamar el expresionismo cinematográfico, se ruedan en Babelsberg películas para el mercado internacional que ofrecen un gran espectáculo: Los Nibelungos (1922-24), Metrópolis (1926) y Fausto (1926).
A finales de 1926, y tras nuevas ampliaciones, en Babelsberg se encuentran los mayores estudios cinematográficos de Europa. En 1929 en el recién construido Tonkreuz (Cruz de Sonido), estudio de cine sonoro con los últimos adelantos, se rueda El ángel azul.
Grandes autores de origen alemán o austríaco se dan también cita en este periodo de tiempo, como es el caso de F.W. Murnau; quien estudió filología e Historia del Arte en Heidelberg. Cuando sus fructíferos estudios concluyeron, trabajó en la compañía teatral de Max Reinhardt. En 1919 comienza su viaje por el cine con la película Der Knabe in Blau. Pero el reconocimiento a su obra no llegará hasta Nosferatu (película que sirvió para marcar el inicio de toda una filmografía acerca de un personaje de terror en diversas adaptaciones, actores y directores. La última película acerca del personaje llegó hace dos años con Crepúsculo; muy lejos del vampirismo original y de su calidad visual. Grandes actores han interpretado ese papel como Christopher Lee, en 1992 Gary Oldman o Willem Dafoe años más tarde. En 1926 marchará a Estados Unidos donde rueda Amanecer en 1927 que le premiarían con un Oscar y su última película Tabú.
Destaco a dos grandes maestros del cine mudo como son Búster Keaton con su técnica de la elasticidad del tiempo, sus bromas, su capacidad de improvisación, la combinación de su rostro impasible con la movilidad de sus acrobacias en situaciones absurdas. Su gran obra El Maquinista de la General está incluida en la lista de las 10 mejores comedias bajo el criterio de especialistas del séptimo arte.
Otro genio sería Charles Chaplin (cuya primera parte de su filmografía es muda y la segunda con sonido) que llegó a vivir otro gran acontecimiento del cine, a aparte de la introdución del sonido (1929 unas fuentes, 1928 otras) como fue la caza de brujas llevada a cabo por el presidente americano McCarthy, que le obligaría a exiliarse de nuevo a Gran Bretaña. Ambos cineastas se vieron inmersos como Sjöström en la interpretación y la caracterización de sus propios personajes; sin olvidarse de Harold LLoyd.
Hay dos grandes obras que quiero mencionar en la historia del cine mudo: una es El Nacimiento de una Nación 1915 del cineasta David W. Griffith. Donde la película se impregna de ciertos toques raciales y ha servido de ejemplo a numerosas obras posteriores. En ella aparecen los acontecimientos históricos más problemáticos de entonces, como la guerra civil, que años más tarde se vería representada en la sociedad con la segregación social de la raza negra o la formación del Ku Klux Klan.
Otra es El Acorazado Potemkin 1925 del cineasta ruso Einsestein. En ella muestra los comienzos de la revolución rusa, donde unos marineros descontentos en el barco, por el hambre y por las órdenes militares deciden apoyar las sublevaciones que se están llevando en tierra. Poseé una escena clásica donde un niño se escapa de las manos de la madre y desciende por unas escaleras dentro de el carrito en medio de un tiroteo. Más tarde volvería a escenificarse en otra película, Los Intocables de Elliot Ness.
Ambas películas muestran temas distintos a los que Sjöström nos enseñaba en sus películas El Jardinero y Danos el pan de cada día. El sueco transmite y muestra temas sensacionalistas como la muerte de los personajes rodeados por una naturaleza reconfortante. El americano y el ruso, enseñan temas de índole social, donde es el poder (al menos en el caso del ruso) donde se encargan esas obras como arma propagandística y a pesar de mostrar temas más escabrosos, no son censuradas.
La censura siempre ha manchado el arte en sí. Hitler lo primero que hizo al llegar al poder fue apropiarse de la UFA, entre otras muchas cosas. Sancionaba el arte pictórico también, pero en cambio apoyó el arte en forma de propaganda política, al igual que hizo Mussolini en Italia apoyando el futurismo. Franco haría lo propio también en nuestro país y había que irse a las fronteras limítrofes, para poder ver en el cine contenidos eróticos o cualquiera obra que la iglesia y el poder consideraran pecaminosa.
La película de Gilda de Charles Vidor, sería un claro ejemplo.

Sobre Blade Runner


Blade Runner, es la adaptación de la novela ¿Sueñan los androides con ovejas mecánicas? de Philip k. Dirk. Una de las películas más destacables de la ciencia ficción (con perdón de la muy recomendable Metrópolis de Fritz Lang). Hoy en día sigo viendo pequeños fragmentos o ideas de Blade Runner en muchas películas. Pero de todo ello ya hablaré más adelante. Introduciré un comentario de Carlos Boyero, que considero muy semejante a mi opinión: "La primera vez que la vi, me sentí agobiado, confuso, desbordado por un exceso de ambientación. No sabía si había asistido a una farsa ampulosa o a una pesadilla justificada. La prueba irrefutable de que una película te afecta es que durante un tiempo te sigan bailando las imágenes en la cabeza. Considero ejemplar el tono depresivo que lo sustenta todo. He entendido que no está hecha para gozar, sino para perturbar con el desasosiego inquietante. No sé si el futuro será tan asqueroso como lo pinta Ridley Scott, pero la exposición me deja alucinado. No por conclusiones moralistas, no por pretensiones adivinatorias, sino por la fuerza de las imágenes. Las sombras, la contaminación, el abotargamiento de la fauna heterogénea que se desarrolla en calles fantasmales, la desolación y olor a carroña reflejado en rostros cadavéricos, los interiores fríos y despersonalizados, la ausencia de cualquier vestigio de humanidad forman el armazón de este cómic sombrío. La automatización cruel del entorno es contagiable a los protagonistas y secundarios de la historia. Los replicantes son máquinas sensibles que escapan al control, que desean tener recuerdos, que se revelan contra el dominio de su supervivencia. Ridley Scott dosifica con astucia cualquier concesión durante la mayor parte del metraje para volcarse al final con una conclusión inesperada y grandiosa. La muerte de la máquina regalando la vida a su perseguidor, sensibilizándose hasta el delirio. Es un atrevimiento que bordea entre lo ridículo y lo poético. El director está más preocupado por crear un clima que por dotar de acción vertiginosa al relato. La lentitud expositiva no fatiga, sino que marca el tono triste. El esfuerzo y la imaginación de un diseñador original como Trumbull consigue una espectacularidad admirable. La música de Vangelis ayuda lo justo. Harrison Ford se desmitifica en un papel que no permite brillantez, en el que están ausentes la vitalidad y el desenfado de los personajes en que está encasillado”.
A mi también me costó entender el metraje por primera vez, de hecho creo que ni acabé de verla, hasta que años más tarde la puse y por fin conseguí entender el ritmo lento y su significado. No comparto la opinión del autor de la cita donde señala que el final roza lo ridículo. Para mi ese pre-final (no es el que cierra el metraje) me parece sublime, es como estar leyendo una poesía de métrica perfecta; es ahí donde me di cuenta de que el verdadero humano es el replicante y la verdadera máquina es el personaje de Harrison Ford. En cambio, el desenlace de la historia (ese típico final feliz) donde Harrison Ford se va con la replicante (Sean Young) considero que es un final banal, vacío y disparatadamente fatuo (¿Por qué el director introduce un final lleno de luz y de felicidad, cuando en toda la película sólo había sombras y tristeza?) pues porque le obligaron a cambiarlo y eso me descoloca un poco, creo que le quita hilo argumentativo al metraje (todo por consolar a un público acostumbrado a las historias de final feliz y bellos cuentos). En cuanto a Harrison Ford, mencionar que ese papel plano, sin ningún tipo de sentimiento y escrúpulos, es de lo mejor que he visto de él, aunque ya intentara desencasillarse (como dice Carlos Boyero) en películas como la Isla de los Mosquitos o la más actual Hitchcockiana Lo que la verdad esconde. Toda esa sobriedad, decadencia, paisajes lúgubres, contaminación, esa especie de “pereza” narrativa, te hunden a lo largo del largometraje en una desidia constante.
Ridley Scott se gradúo con gran experiencia y reconocimiento tras realizar el corto Boy and Bycicle, 1965 rodado junto a su hermano Tony Scott. Se le concedió una beca para viajar a Estados Unidos; durante aquella estancia trabajó como empleado en Time Life Inc. Y al regresar a Inglaterra se dedicó al diseño de los decorados. Años más tarde y gracias a su buena percepción de lo que había estado desarrollando, la BBC le fichó como diseñador de producción hasta que acabó ascendiendo al cargo de director (llegó a dirigir los primeros episodios de Z-Cars de la misma cadena que le había contratado). Pocos años más tarde, formó la RSA, compañía que acabaría alzándose como la productora de anuncios comerciales más exitosa de Europa. Curiosamente, Blade Runner 1982, se estrena un año después de la aparición de la industrialización de la música y del videoclip; ya que en 1981 aparece la MTV y las secuencias largas y escenas lentas, poco a poco, van desapareciendo. En cambio la cinta que analizo muestra un desarrollo bastante lento para lo que ahora estamos acostumbrados a ver (escenas rápidas y continuas).
Hace unos años, Ridley Scott fue contratado para dirigir una nueva versión televisiva La Amenaza de Andrómeda. Película que vuelve a tratar el tema de la ciencia ficción que tanto éxito le produjo, basado en una novela de Michael Crichton. Esta película ya fue dirigida en 1971 por Robert Wise. También produjo Mary, Queen of Scots, que, como el propio nombre indica, narraba la vida de la reina de Escocia.
Su hermano Tony Scott, cuenta también con algunos títulos que tuvieron gran éxito de taquilla, entre su filmografía destaca: Top Gun, , Súper detective en Hollywood II, Días de Trueno, El Último Boy Scout, Marea Roja, Fanático, Enemigo Público, Spy Game , El Fuego de la venganza, Domino y Deja vû. Ahora este director y productor está inmerso en hacer un remake de Los amos de la noche película que ya dirigió en 1979 Walter Hill y que se estrenó censurada en algunos países. El nuevo guión correrá de manos del creador de la serie televisiva Los Soprano donde una pequeña banda de Nueva York que tras asistir a un concilio de pandilleros es acusada de haber asesinado al líder de éstos.
Las grandes películas de ciencia ficción (tales como Alien basada en If the terror from beyond Space y Queen Blood. y cuyos decorados del octavo pasajero se sacaron del libro El Infierno de Dante han llegado incluso a crear una ciencia, la cual se encarga de analizar los decorados y los cuerpos de los personajes que han ido saliendo en la gran pantalla; mostrando los cuerpos de posibles formas de vida extraterrestre ( La Guerra de los mundos, Depredador, Ladrones de Cuerpos) barajando la posible similitud de la ciencia ficción con una futura realidad.
Multitud de cintas han copiado o han introducido fragmentos de Blade Runner, de las cuales señalo las siguientes: Cyborg, película protagonizada por Jean Claude Van Damme, donde el argumento de la película plantea un futuro donde el destino de la humanidad depende del cuidado de un androide que tiene una vacuna para salvarnos. La atmósfera es decadente y desértica, donde el pillaje y las violaciones gobiernan la sociedad. Sí, también está relacionada con el tema que estoy tratando Soldado Universal, pero apenas aporta nada a la historia del cine; al menos la anterior trata la ciencia ficción desde un punto de vista más profundo e interesante aunque no deje se ser por ello una producción de serie-B.
Robocop; esa cinta de la que se han hecho cuatro o cinco secuelas (ya perdí la cuenta). La historia gira entorno a un agente de policía que muere haciendo su servicio y que más tarde resucitan metiendo su mente en el interior de una máquina articulada que le permite vengarse de sus asesinos, porque dentro de la máquina androide, se encuentra también el alma del antiguo miembro de policía. Nos cuenta lo mismo que Blade Runner, máquinas que tienen almas humanas y que la sociedad duda de su utilidad y su obediencia. Aparecen rascacielos enormes, que muestran el gran progreso que se supone que en un futuro tendremos. No sería nada de extrañar que después de vendernos Hollywood Alien contra Depredador y Fredy contra Jason nos ataquen ahora con Robocop versus Terminator (cosa que no sería difícil puesto que el videojuego existe y unos cuantos tebeos cuentan tal historia).
Terminator; muestra un futuro desolador, derruido, devastado por el poder de las máquinas sobre la raza humana. Las máquinas que en un principio fueron construidas para la ayuda de la humanidad, acaban destruyéndonos. Bajo un aspecto totalmente humano (tal como eran los replicantes) se esconden unas sangrientas máquinas de matar, que no se detienen ante nada. Un rebelde viaja al pasado para intentar cambiar el futuro. En esta película se ve, perfectamente, esa visión ruin del futuro, un futuro que se forjan los propios humanos. Esta saga de cuatro películas amansó millones de dólares por todo el mundo, reforzó la imagen de superestrella de Arnold Schwarzenegger (principalmente en la secuela), supuso un escalón más en los avances de la tecnología visual y consagró a uno de los mejores diseñadores de efectos visuales Stan Winston (que ya se encargó de dar vida a los alien en Aliens: El Regreso, junto con James Cameron otro representante del cine más comercial de Estados Unidos). Stan Winston puso también su sello personal en los FX de Abyss, Parque Jurásico y Entrevista con el vampiro, entre otras. Otra cuña donde se mezcla la realidad con la ciencia ficción (la primera que destaqué es la de la ciencia encargada de analizar la similitud entre los personajes inventados y los reales) es la presentación de los Stan Winston Studios del robot Leonardo.


El robot.

Un animatronic de 61 grados de libertad, 32 de ellos colocados en la cara para gesticular. Puede mostrar gestos casi humanos. No está diseñado para andar, todo la capacidad radica en la cualidad de gesticulación y la de manipular pequeños objetos con gran facilidad. Tiene una apariencia orgánica y de criatura imaginaria, no intenta imitar nada viviente (pero se podía haber logrado de igual manera) sigue la filosofía de que los robots nunca serán perros, gatos, humanos, nada que pueda conducir al error como la ciencia ficción nos advierte una y otra vez. Todo el sistema cibernético está controlado por un software embebido e implantado en una FPGA. Un chip programable con distintas respuestas lógicas gracias a la empresa Xilinx Virtex.
Otra película que muestra referencias directas con la de Ridley Scott es Dark City el director de la también oscura El Cuervo. En ella nos cuenta como en una ciudad atemporal la raza humana se ve amenazada por otra raza extraterrestre que se alimenta de nuestros propios sueños cuando dormimos. Sólo hay una posibilidad (el explotado recurso del elegido) donde sólo un hombre será capaz de derrotar a los alienígenas haciendo que todo vuelva a la normalidad. Un largometraje que te noquea desde el principio con una decadente puesta visual, donde el negro y el marrón oscuro manchan toda la ciudad de pesimismo y tristeza. El tiempo y el espacio, son inexistentes en esta película (la ciudad no se sabe cuál es ni dónde se sitúa. Al final se ve que está flotando en el espacio) al igual que Blade Runner, muestra un futuro tan inhóspito y decadente, que ya de por si la imagen misma de la ciudad se puede considerar otro personaje más. Comete el mismo error de la antecesora. El mostrar un final feliz, lleno de luz, de brillos intensos, cuando en toda la película se masca una atmósfera densa y desconcertante (una verdadera lástima). La peste comercial de Hollywood no tardó en manchar a ese elegante y buen director Alex Proyas (curiosamente a Ridley Scott la crítica le reprocha lo mismo, pero este tardó menos en corromperse). Fue con Yo, Robot. Una adaptación del libro de Isaac Asimov. Donde se ven los típicos rasgos de una película taquillera frecuente en la cartelera de cualquier caluroso verano (acción numerosa, un protagonista de chistes fáciles, la chica guapa le acompaña, efectos especiales en la mayoría del metraje… ). Hasta en ella se ven matices de la de Ridley Scott. Androides destinados a ayudar a los humanos, los cuales acaban revelándose y levantando una rebelión que pone en jaque a la raza humana. De nuevo la osadía del ser humano, vuelve a ponerse en su propia contra.
Películas como Cypher recrean un futuro próximo donde una conspiración entre humanos debe ocultarse, borrando con ello la memoria del protagonista y cambiándole la personalidad. Una vez más un futuro hostil que se vuelve contra nosotros mismos. Llega a ser una imitación de Desafío Total, Paychek o Minority Report. Desconozco como logra ser más interesante que las dos anteriores con unos actores secundarios y un presupuesto muy por debajo de lo necesario para hacer una decente película. En cambio ésta lo consigue. Hasta el cine de animación apuesta por la “robotmanía”. La Fox estrenó en el 2005 Robots. Donde recrea un mundo en el que sólo existen los robots.
A.I ( Artificial Intelligent) sigue en esa línea de androides que se insertan en la sociedad. Una gran película a la altura de la comentada. Un futuro donde las heladas y las inundaciones han devastado el planeta y donde se ha llegado a colonizar la luna. Steven Spielberg pretendió dejar en la retina otra obra de Kubrik. Parece haberlo logrado sin despeinarse.
Me reservo para el final las dos películas más interesantes que encuentro desde aquel 1982, donde aprecié por primera vez el “futurismo”.
La serie-B ha dado con la idea más original de los últimos años. Una trilogía angustiosa Cube, Hipercube y Cube Zero. Habla de una especie de cárcel en forma de cubo (el propio cubo está compuesto de otros 625 cubos menores, los cuales se reconfiguran y se mueven continuamente). Los presos eligen la prueba de intentar escapar antes que preferir la muerte instantánea (lógico), pero cada cubo guarda una trampa mortal que va aniquilando un personaje tras otro. Nunca me había angustiado tanto con una película, como con cualquiera de éstas. Blade Runner se alimenta de esa angustia que te provoca cierto malestar en el estómago. En cambio la tensión de la película y el complejo hilo argumentativo (porque no sabes que hacen los personajes allí, ni quién diseña el cubo, hasta la tercera película de la trilogía donde se explica el origen de todo) te descoloca tanto que te acaba dejando cierta jaqueca. Sigue alrededor de la estela del uso maquiavélico de la tecnología, que se acaba volviendo contra el ser humano. También a medida que avanza la trama, se ve quien es más humano y quien forma parte de todo el argumento fatalista, prefiriendo la muerte de algunos compañeros del cubo antes que la suya propia. Una película que innova tanto en el cine de la ciencia ficción como en el cine gore, con escenas sangrientas producidas por la propia tecnología avanzada que sustenta al cubo.
Y como no, Matrix (las secuelas son prolongaciones de la idea principal por tanto me centraré en la innovadora). El mundo desolador, dominado por unas máquinas que cultivan humanos para generar energía, la misma que les permite subsistir en un mundo mecanizado y contaminado (¿a qué suena?). Todo está oculto a través de un programa que imita la realidad cotidiana, que es un sistema irreal generado por ordenador y que asemeja la realidad que en teoría debería existir. El elegido es quien solucionará de nuevo la situacìón. Esta obra maestra de la ciencia ficción se basa en la misma Biblia, al igual que en 2001: Odisea en el Espacio se podía masticar ese toque religioso. Se cogen nombres bíblicos o místicos (como Trinidad, Trinity o Morfeo) a su vez maneja la originalidad de Dark City en los nombres propios (señor Libro, señor Mano, señor Ojo) en los personaje que acompañan al héroe. Tales como Cable, Interruptor, Ratón, nombres que subrayan objetos matizando la inserción de la tecnología en esa realidad pesimista y completamente mecanizada.
Esta película de unos hermanos con apellido impronunciable, no sólo pasará a la historia por su argumento, sino por dos cosas fundamentales: el hecho de innovar en lo que se conoce como ciberpunk, estancado desde la cinta de Scott. Ahora el cuero vuelve a vestir a los personajes, la gomina, la ropa oscura, lo ceñido al cuerpo, lo elegante y lo provocador y por los novedosos FX que se sitúan en un escalón por encima de los ya vistos a principios de los 90. La ralentización de las imágenes, ver las balas de las pistolas flotando, ese efecto de no haber gravedad donde los protagonistas parece que flotan en el aire, hacen de Matrix tal vez la digna sucesora de Blade Runner. Habrá que ver lo que nos sigue trayendo la ciencia ficción después de Avatar que copiará tecnología en dos futuras entregas...
Aun recuerdo mi sonrisa de incredulidad, cuando Silvester Stallone mencionaba en Demolition Man la proclamación de cierto actor musculoso en el cargo de gobernador. La ciencia ficción es la única que puede imitar la realidad, convirtiéndose en real.