sábado, 13 de noviembre de 2010

Otoño en popurri

Es un chusco en el horno. Migajas del ayer; el caviar en la boca de los del hoy por hoy y mañana también. Tijera de una sola hoja olvidada en el costurero. Beso prematuro que al ser correspondido deja de considerarse tal. Los empresarios que duermen en el coche al perder la doblez del traje por liquidez más la suya propia. Stripper sentado al claroscuro de una vela cenando solo, mientras se deleita con un reloj a estrenar y pasa del televisor y del Rugby Autum Test Matches, porque detesta el contacto físico. Huracán alejándose de las costas indefensas en el Caribe hasta la próxima temporada turística. Un surfero sobre una cornisa húmeda con síndrome postvacacional todavía. Poema preparado y escondido en su bolsillo sin que te vea. Pelusa en el lagrimal. Nómadas del viento que dan la razón a Copérnico dos veces al año con su vuelo en «v». Mazurca para dos vivos y los que se quieran sumar al guirigay. Fracaso en un transatlántico representado por una cáscara de pistacho sobre el charco de un parque; victoria... el traje de noche hecho jirones por las dentelladas y no es Halloween. Un iPhone gratis para cada cartera de nuestro Gobierno y... ríase la gente. Frutos secos asados suministran el último calor a las páginas obituarias que los envuelven. Adjuntos de Enrique Múgica echando una merecida cabezadita a media tarde, para estar más frescos en todos los casos de las cooperativas estafadoras. Planta psicodélica bocabajo. Fila kilométrica de parados donde el primero también es último; de mayoría simple a mayoría «simplificada». Auge consolidado de una nueva franquicia, ahora estática, los Compro Oro (y venda sus recuerdos). Niebla que se cuela por el tomate del calcetín. Otoño es un arcoíris en escala de grises. Panderetas y zambombas, a un euro, calientan motores en los almacenes del centro comercial. Cortilandia esta Navidad también vendrá de más. Zulo en el País Vasco, zulo en la iglesia que hace esquina; entretanto Bruce Willis visita Fabrik para que no le quiten lo bailao.

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