martes, 11 de octubre de 2011

Otro ejercicio en prosa

Bueno, en primer lugar he de decir que estos versos no fueron intencionados basicamente, sino que salieron de un ejercicio de la asociación donde algunas palabras se eligieron al azar, buscando hacer un poema amoroso y yo al verlo tan claro decidí girarlo en el otro sentido. Bien es cierto que hay palabras de más y también de menos. Por último he de explicar que a veces, como es mi caso, uno puede estar contento y escribir triste o a la inversa, sin que ello, a priori, signifique algo trascendental. Ahí va… en siete sílabas cada verso.

Tu abrazo ya no abriga;

menguados los espíritus.

Casa pero sin vigas,

culpable de mi ictus.


La soledad enturbia

un amor que se aflige,

nadie que lo cobije,

amarillo sin rubia.


¿Dónde hallar la ternura?

Pasión recién perdida.

Pasear la negrura,

tus besos ahora herida.


Retornar al vacío,

frescura sin la ropa,

frialdad en mi rocío.

Abur, la última copa.

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