viernes, 6 de enero de 2012

Entrevistas II

Como el tema da para mucho, y mucho tengo que contar, pues voy a seguir con la matraca. Resulta que hay entrevistas donde los asistentes, me temo que por afán de protagonismo y ganas de formar parte de los “elegidos”, se permiten el lujo de preguntar al “entrevistador” si hay posibilidad de ascenso; vamos que pretenden empezar la casa desde el tejado. Dentro de lo malo no está feo tener este tipo de actitudes, aunque para alguien objetivo puede resultar un verdadero baladí (primero que nos contraten y luego hablamos de las vacaciones). Hace poco TVE1 emitía un reportaje de cómo se hacían las entrevistas (si ya de por sí son incómodas con una cámara de televisión al lado debe ser algo funesto). Total, que el objeto a vender en esa prueba era un bolígrafo cualquiera. Entonces el hombre que quiere, por encima de todo, el puesto intenta vendérselo al speaker (En Hyde Park, Londres, hay una esquina con escalones rematada en una pequeña valla negra donde uno puede subirse y expresar lo que quiera) pues aquí igual, la verborrea es acuciante en algunos entrevistadores, no en todos; y si es a la inversa, del lado del demandante, o te cortan o, aún peor, intentan llevarte a su terreno una vez conseguido el buen ambiente y encauzado cualquier tema. Bien, pero sigamos con el bolígrafo, no es tiempo de venderlos a éstos, ni seguros dentales de cualquier otro tipo en tiempos de inseguridad, así que a qué viene marear tanto al gato. Piensan que uno ya parte con la formación idónea desde el exterior cuando de toda la vida y por pura lógica debe ser desde el fondo, el limo fructífero que todo buen empleado debe saber transmitir a los que van llegando, aunque esta idea esté más bien anticuada por los tiempos que corren y por las necesidades empresariales en las que no voy a entrar por contradictorias (se producen despidos para luego contratar a la recámara de las Empresas Temporales de Trabajo) por citar algún hecho. ¿Qué sé, si tal vez los conocimientos empresariales se han hecho tan herméticos e inalcanzables? De todos modos, se podría sostener que es un mal acuciante ya que, el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, afirma: «Para que esto cambie también tienen que ayudar los ciudadanos y no dejar toda la responsabilidad en manos del Gobierno». Y con estas palabras está obviando lo que está sucediendo en las entrevistas: contratos pésimos, interrogatorios fatuos, puestos bajos a altos costes… en definitiva y como diría de Guindos: «Seguirá el periodo de recesión durante los seis primeros meses de 2012». Esperemos y ojalá que sólo haya que invertir con nuestros costes de oportunidad (a lo que renunciamos sin quererlo por no estar trabajando) durante ese periodo.

2 comentarios:

madrigal dijo...

¡Bien!, hay que seguir dando caña con este tema. Entre otras cosas conseguirás ser tan DUCHO en entrevistas de este tipo que entrarás en la sala de donde sea como "UN EXPERTO" y, te puedo asegurar, que esto es una ventaja. Un beso

Daniel Atienza López dijo...

Hola Chus! Me gusta la palabra "ducho". Siempre viendo el lado bueno de las cosas. Tomo nota, porque son ideas que no sé el motivo pero que suelo olvidar. Un beso.