lunes, 20 de septiembre de 2010

Lo decía Avril Lavigne

Se oye demasiado la expresión: “complicado”. En la Guardia Civil lo han complicado todo un poquito más. Ya no es jugársela a Apto/No Apto; ahora hay que sacar una nota concreta. Algo que te vuelva a situar en el mundo de los números y no de las palabras (o de dígitos camuflados entre nombres propios). Han añadido una prueba física: salto con espalda. Un recurso que se han sacado de la guantera y que estaba en desuso hace bastantes años. También han elevado la nota de corte de noventa puntos (para que se hagan una idea; a los licenciados o militares con diez años de profesión les dan ocho y diez de baremo respectivamente) a ciento veinte, casi.
En las autoescuelas el sol tampoco resplandece. Si uno pretende sacarse el permiso de circulación de moto, observarán que tarde o temprano la oficinista empleará la palabra complicado. Ya no sirve ir con tu ropa y calzado a examen. Se debe llevar una indumentaria completa de motorista, que más vale les hayan regalado en algún cumpleaños o Navidad por si algún día…
Además han añadido una prueba de aceleración y deceleración.
No sé si no han caído en que la sociedad se rige bajo la teoría de la oferta y la demanda; con lo cual si hay poco trabajo la facilidad para desarrollar cursos y ayudas debería de favorecer al demandante… pero no es así. Una pena que haya caído en pozo sin fondo un concepto tan básico y vital. El dinero negro en España se producirá en espuertas.
El carné de carretillero debe haberse convertido en una prueba de fe y llegar al sexto curso de la Escuela Oficial de Idiomas en una lenta agonía. Porque otro pilar que han dinamitado, sin preguntar cuándo había que pulsar el detonador, es la enseñanza con un Plan de Bolonia, que lo único que puede lograr, en estas tesituras, es igualar a España con Europa pero a la baja.
Lo preocupante es la corriente ciudadana que piensa que un cambio de Gobierno puede borrar complicar del diccionario. Las medidas que deberían tomar no serán rápidas ni, desde luego, mágicas. Todo conlleva un coste… Ya se aprecia con la edad de la jubilación. Tampoco hay distinción entre los dos posibles mandos políticos, aunque, por otro lado, es lógico que haya gente que se agarre a un clavo al rojo vivo… pero que no se engañen con Rajoy… ni con Zapatero.
No deja de ser impactante la política de “estrangulamiento” que se han empeñado en seguir la mayoría de las empresas e instituciones públicas, echando el cerrojazo.
La presión del agua nunca cesa. ¿Cuándo se abrirá el grifo?

1 comentario:

Ruben Barroso dijo...

Y entre tanto, todos aquellos que están en paro ven como se cierran más puertas de las que se abren.