miércoles, 29 de septiembre de 2010

Al habla...

Todos somos periodistas. Nos hemos licenciado, sin saberlo, en Mirar por encima del hombro. Nos creemos capaces de juzgar al prójimo por ser diferente, o lo que es peor…, por ser semejante. Vemos la paja en la mano ajena, pero no la nuestra. Apreciamos las faltas ortográficas del vecino, pero nosotros somos perfectos y cuando nos cansamos de criticar al de al lado, nos quejamos por estar vivos: “qué frío hace”, “qué calor”, “qué madrugones”, “qué Gobierno”, “qué mal juega el Madrid”, “qué lejos está la taza del inodoro de tú cama…”.
Damos la vuelta a la tortilla con tal de dar con una comparación forzada hasta la extenuación. Algo que refuerce la asepsia. Ser el primus inter pares de la “disparidad”.
Si hay una huelga general nos tiramos a su cuello mientras olvidamos los derechos fundamentales; si no la hubiera se pediría a gritos y a cacerolazos. Los piquetes (los jueces del pueblo autonombrados) tal vez sepan.
Existen innumerables críticos en todos los campos: los que meten su sucia nariz en la copa de vino o cerveza, los que mastican y conceden rango a los restaurantes con una dentadura plagada de caries y así hasta el ocho en horizontal. La inmensa totalidad de ellos, siguiendo una idea de Chuck Palahniuk, no conseguirían desarrollar un producto ni la mitad de bueno del que critican. Porque cuando algo no se puede conseguir, empezamos a juzgarlo.
Bien es cierto que los críticos pasan por un periodo de unos cinco años estudiando mucho de nada y, al menos, eso les sirve para distanciarse algo de los demás comentarista al uso. Ojo, aun así, tampoco hay ninguna diferencia. Es la mandíbula de una anaconda enganchada a su propio culo.
Todos somos la princesa y el príncipe del pueblo. Todos hacemos más ruido sin atender lo que reporta un silencio. Todos en busca de nuestro escaño.

2 comentarios:

Ruben Barroso dijo...

Inconformismo rules!!!

Ya lo dijo Tyler Durden: la autoperfección es simple masturbación.

Daniel Atienza López dijo...

Aaaaaamos tú.Prefiero la de: "Lo que posees te acaba poseyendo". Mismo autor y película.