miércoles, 1 de diciembre de 2010

Tontos del culo

Nos estamos volviendo rematadamente estúpidos. Sin culpables ni motivos, la estructura social se está deshaciendo por los pies.
Antiguamente se salía al barrio a jugar sin saber quién había en la calle… si no, te tocaba ir de telefonillo en telefonillo. Esto se rompe con la irrupción de la telefonía móvil.
Las videoconsolas llevan con nosotros desde siempre, pero no “robaban” tanto tiempo como ahora (y eso que antes no se podía guardar los avances del juego). En estos tiempos los mezquinos ya no arrojan demasiados huevos desde las terrazas. Si acaso dan al pause, abren la ventana y lo lanzan sin apuntar ni, tan siquiera, mirar. El verdadero bonus stage era la salsa otrora.
En la infancia es donde más hincapié hay que hacer para guiar el crecimiento (mental) de lo que más tarde serán hombres y mujeres auspiciados por la bonhomía.
Dentro de este caldo de cultivo los juegos de antaño se han modificado completamente. Los chinos han lanzado una gama de peonzas de plástico trasparente y un juego de luces muy a lo Blade Runner, pero carentes del rango que dotaban las muescas mostradas por las “picaduras” de las otras peonzas de hierro y madera.
Vayámonos a los parques. Algún empresario o edil ha pensado que sería mejor suplantar la arena por unas planchas de un material parecido al corcho en su capacidad de amortiguar los impactos. Como idea es positiva, pero se está separando al niño de la tierra. Y como dice Bertrand Russell, el hombre es más feliz cuanto mayor es el contacto que mantiene con lo terrenal. Y sin arena, ni terreno, no hay canicas, ni chapas, ni eso que te convertía en el mayor reo del recreo, el trasqui. Al menos se puede creer aún que en los colegios siguen algunos de los entretenimientos mencionados. Siempre que lo privado no ponga reja y muro a lo público; tal y como ha sucedido con los soportales del vecindario.
Eso en cuanto a la diversión. En temas de salud es conocido que cuanto más bacilos estén en contacto con el sujeto en la infancia mayor será la resistencia a ellos en su desarrollo posterior. Escrito esto no significa que el chico crezca en una pocilga...; hablamos de puntos medios.
Siguiendo con el avance de la tecnología. Las redes sociales están muy bien mientras sirvan para crear actividades sociales fuera de las habitaciones de sus usuarios y no un escaparate fotográfico; hecho, este último, que no está mal, pero se queda corto para lo que nos pueden suministrar esas herramientas.
De éstas les quería hablar. En las exposiciones empresariales lo que no esté en el Powerpoint, no existe, no vale, no vende. ¿Y qué ha pasado con los apuntes en folio o del uso de la memoria?
Lo que nos convierte en primeras potencias mundiales, también nos deja con el plumero al aire. Julian Assange, creador de la página WikiLeaks, demuestra que no es platino todo lo que brilla. Resulta que Estados Unidos es un país un tanto afligido por el panorama de las relaciones internacionales. La herramienta en contra del hombre. Pero para conservar los principios primero hay que poseerlos.

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