viernes, 23 de octubre de 2015

Iznatoraf

En lo alto de una colina, desde donde se ve gran parte de la sierra de Cazorla, próxima al municipio de Villanueva del Arzobispo (Jaén), se encuentra Torafe o Iznatoraf, un pueblo tan recóndito como acogedor.
De momento pintaba muy bien. Me gustan los municipios con varios nombres y este era uno de ellos.
Las calles estrechas y pequeñas, adornadas con macetas y flores por doquier, daban pie a una plazoleta empedrada custodiada por una estatua de un caballero de piedra, vestido y posado como para un juramento o nombramiento, con la empuñadura mellada. No pude conocer el nombre. Aunque también añadía encanto, como todas las localidades con una digna efigie para el recuerdo (le pasaba también a Pedro Bernardo, en Ávila, con la figura esculpida en homenaje a Arturo Duperier) esta no se quedaba atrás.
Pronto divisé un bar que me gustó en el centro (La Yedra) y nos dispusimos a tomarnos el refresco de rigor. De refrigerio unas aceitunas sabrosas a lo verde, muy lorquiano... aunque en ese poema el ‘verde que te quiero verde’ no me acaba de convencer porque no lo veo ni positivo al color, ni halagador.
Todavía nos temblaban un poco las piernas de los nervios por haber subido con el vehículo por la carretera vieja. Curvas donde solo cabía un automóvil. Tuvimos suerte. Honestamente, sostengo esto por darle un poco de dramatismo. Más allá de los extremos del asfalto solo había olivos y no se apreciaba la escalada que se lleva a cabo para acceder a Torafe. No se apuren. Hay una segunda entrada, pero menos espectacular.
Si quieren ir en domingo, hay un mercadillo en el centro del casco histórico, junto a uno de sus arcos de la antigua muralla musulmana.
Para concluir, me pareció un páramo idóneo para perderse unos días, lejos de Internet y con un buen libro en la mano. Allí, en lo alto, se debe vivir mejor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Hola!

Me llamo José Manuel. Acabo de leer esta entrada. ¡Me alegro de que te haya gustado mi pueblo! Vivo actualmente en Madrid, pero nací y viví allí hasta los 17 años, cuando me fui de allí para estudiar. Solo puntualizar tres cosas:
1. La estatua a la que te refieres representa al rey Fernando III el Santo, quien reconquistó la villa en 1226.
2. El mercadillo se hace los viernes, no los domingos.
3. Sí, se vive muchísimo mejor allí arriba.