jueves, 29 de octubre de 2015

Por un puñado de monedas

Muchas veces, como en esta, no sé qué digo con certeza. Además, todos los versos son eneasílabos menos dos, en los que hago trampas y llego hasta el decasílabo a lo Sabina (qué más quisiera él, jeje). Sin más. Aquí os dejo otro poema denuncia tan afilado como siempre.






Por un puñado de monedas,
las familias en el alambre.
Destino oculto tras la estepa.
Ahora cáncer en el fiambre.




Una guerra civil tardía.
A perder no te enseña nadie.
Las noches siguen siendo frías,
por mucha farola que irradie.




Ya no quedan  más mandolinas,
en los tímpanos de este tiempo.
Un gallifante huye tras la esquina.
De nuestra niñez a este Lempo.




Mítines hasta el purgatorio,
hombreras sin hombres bajo si.
Nuestro buen esfuerzo es notorio
al sonreír... España cañí.


























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