jueves, 28 de abril de 2011

Marshall McLuhan y Erich Fromm

Ahora nos descargamos películas en Cinetube sin orden aparente, simplemente porque nos gustan desconociendo qué intereses nos incitan o cómo la globalización interactúa con nosotros.
Estos dos autores hablan de los medios de comunicación y del amor en una gran urbe como la nuestra.

Marshall McLuhan y sus teorías

Este teórico es el autor de ideas o conceptos importantes como medios fríos y calientes, la galaxia Marconi, la aldea global, y afirmó, también, que los medios electrónicos de comunicación son las extensiones (orgánicas) de la persona. Multitud de frases le definen a este teórico de gran envergadura social: “el medio es el mensaje”, “estamos hechos de lo que vemos” o “formamos nuestras herramientas y luego estas nos forman”. Con la primera de ellas podemos entender no sólo las bases del cine, sino de la televisión, la radio; la globalización mediática en general. Todo ello sin excluir todas las posibilidades que nos ofrecen tanto el mensaje como el propio medio, pero otorgando de mayor relevancia a lo segundo.
Para McLuhan los calientes, y que motivarían el otro hemisferio cerebral, serían la radio, la imprenta, las fotografías o las conferencias. Los medios fríos serían el teléfono, el habla, la televisión y los seminarios; todo ello respetando la parte del cerebro que se ve activada por estos soportes.
Este filósofo consideraba que el cine era un medio caliente por la fuerte densidad de la información, no favoreciendo a la interactividad los sistemas cerrados e inducen a la pasividad. Además, consideraba que había dos momentos vitales para el cine y sus correspondientes películas: cuando llegó el color, cuando se creó el sonido y la banda sonora para recrear ambientes.

Su arte de amar: Erich Fromm

En una de sus obras más representativas de uno de los máximos miembros de la Escuela de Franckfurt nos habla de los siguientes temas, dentro de algo tan complicado como el amor.
Ese especial sentimiento se ha visto dañado por la cadena de montaje capitalista, al alienar a sus trabajadores. Este factor ha desencadenado una serie de hombres y mujeres pasivas que no exploran el interior, el alma. Uno de sus mejores consejos, tal vez sea el de que amar es dar sin tener que recibir. Y haciendo un resumen de sus mejores aportaciones, se destacarían las siguientes: el niño siente “amo porque me aman”, el adulto “me aman porque amo”.
Para concluir destacar que el filósofo mantiene fervientemente, que el amor es un mercado (globalización) porque el materialismo es una cualidad humana que nos hace completamente distintos a los animales. A más belleza mayor cotización.
El amor es un acto de fe”. ¿Qué pensarán de ello los núcleos polígamos?
El medio, en este caso cada persona individual, también es el mensaje.

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