viernes, 16 de marzo de 2012

Cuatro estrofas de versos desencantados y desencadenados

El nombre propio que aparece pertenece al Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.

Una falla encendida antes de tiempo,

palma de una mano estrechando la nada;

padres ahogados por culpa del remo;

pirómanos de Ourense a Zarzaquemada.


Un colibrí desafiando la gravedad.

Cuerpos que gritan verdades sin lengua.

Madrid comercia con el menor de edad,

si cesa a Arturo Canalda, no hay tregua.


Y entretanto las acciones policiales,

You Tube es una televisión parcial,

la resistencia aúna tratos “especiales”.

Las fresas de hoy ya no saben a na´.


Poemarios dentro de una lata oxidada,

sentimientos que se pierden en la mar,

mensajes húmedos de marejada

quien los encuentre que los vuelva a dejar.

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