sábado, 21 de septiembre de 2013

Ir a contranatura

Lo lamento profundamente. Hay varios tipos de personas, de facto, hay tantos como individuos haya por el mundo y el espacio (que seguro hay alguien en órbita en estos precisos instantes). Sí. Decía que lo sentía anteriormente porque no aguanto a los que pertenecen a la luz y color. Los que han nacido solo para ver la hoja verde de la pita, sin saber que luego del centro de la planta brotará un capullo letal, de varios metros de altura, que secará todo y generará el fin de esa vida.
Tampoco estoy con los que forman parte del pesimismo global. "El mundo llega a su fin" es un lema que debería pesarles demasiado, si me apuran más de lo que les está pesando. Aunque este segundo grupo mantiene matices reales, es decir, que sus hipótesis pesimistas pueden ser ciertas cuando hablan  de política, más que nada, y paren de contar. Podríamos llegar a declarar que la política española de hoy es una corruptela y quedarnos tan anchos, pero ojo... algún representante bueno habrá.
De todos modos el mayor fallo o falsa esperanza de algunas personas es pretender permutar los rasgos definitorios. Es decir, pedirle al pesimista que de golpe y porrazo manifieste un humor a lo Groucho Marx. Tampoco desafinaría tanto.
Hagámoslo a la inversa. Pidamos a los luz y color que muestren su lado negativo y pernicioso. Qué va. Pero si no tienen. Se basan en que la vida es cíclica y si la pareja del momento se rompe, otro clavo vendrá, que si el coche pincha una grúa acudirá, que despiden a alguien pronto se reinsertará. Medidas muy terapéuticas, al fin y al cabo.
Dónde ha quedado el término medio. Ese ciudadano de a pie (bendita expresión no va a caminar con las manos) mundano y pacífico que tan pronto degusta una horchata en una terraza como que realiza sus cálculos para llegar a fin de mes sin mojarse ni con los de un lado ni otro. Es efectivo de principio a fin y sabe conservar sus valores sin que la opinión pública los considere. Un ser asertivo por naturaleza que pide lo suyo sin dañar ni menoscabar su ego y el de los que le rodean. Pues lo dicho, un ser en vías de extinción. Qué lástima.
No sé. No se me ocurre que a Miguel Ríos le espeten que cambie el modelo de canción, la letra, el significado, el contexto vamos, por decirlo así. La opinión pública somos todos cuando conviene y si no se recurre al mensaje de que cada uno es diferente. Pues me voy a mojar como Gerard Depardieu y su ¡No gracias! Dejad a cada cual en su sitio. A los que les guste estar a la sombra en mangas BIEN. A los que refunfuñan debajo de la higuera porque no se han caído del guindo BIEN. A los pobres valientes que solo saben arriesgarlo todo BIEN. A los ricos y más que ricos que acaban perdidos en su mundo de dinero BIEN. A los que se engañan a sí mismos para creer en un mañana BIEN. Y me dejo a muchos sin nombrar por pereza y desgana, porque el país sigue como estaba y no existe la fuerza y las entrañas de hacer algo loable sin culpar al de lado. Aquí no hay "malos" tan solo una tremenda hoguera nacida para contemplar el humo y las pavesas.
No quedan armas, las de verdad se han vendido. La desinformación es la neblina de esta guerra.

2 comentarios:

Werra dijo...

Hola de nuevo Dani,
Me mola y me gustará siempre seguirte porque entre otras cosas tienes una variedad original e excitantemente atractiva. Si te hubieras enclavado en un genero, aunque lo dominaras a la perfección seguro que hasta tú mismo ya lo habrías abandonado.
Pero ahí radica el gusto por el que estoy desde hace unos meses recomendando la lectura de tu blog a conocidos con un conocimiento mínimo, no culturalmente hablando, sino de raciocinio, prolíferos nuevos lectores que aun sabiendo que te van empezando a leer, todavía no han dado el paso evolutivo de la vergüenza a publicarte un pequeño texto.
Todavía son pocos, aunque se que llegarán más.

Un fuerte abrazo Sr. Conde.
Luego te pondré un correo y hablamos de todo un poco.
Chao señor

Daniel Atienza López dijo...

Gracias por comentarme las últimas entradas camarada!
Ya solo falta que vuelva a pegar un principio o fragmento de algún libro que me haya gustado este verano y tengo uno, que seguro te has leído también.
Por otro lado, el epílogo no te preocupes que cuando esté te lo paso y me comentas los fallos o simplemente le echas un ojo y listo.
Espero que hayas pasado un buen verano, aunque ya he leído lo que me has puesto y parece que todo marcha en la dirección correcta.
Sin más, me alegro un montón de volver a contar contigo en las profundidades de mi monstruo y de que además lo recomiendas por ahí a futuros "submarinistas" jeje. La verdad es que en ese aspecto no me he movido demasiado, en el de publicitarme. Un abrazo camarada! Nos vemos.