lunes, 26 de noviembre de 2012

Ilusos

El iluso está dentro del margen óptimo de una persona cuerda, en sus cabales; solo que a veces se columpia al borde de su propio precipicio. Ocasionalemente, aunque consta que suele ser casi siempre, genera una realidad ficticía o inalcanzable. Un oasis de irrealidad que no conduce a ningún sitio para los que observan desde fuera, pero que para ellos es tremendamente útil y valorable. Sin esa utopía no podrían vivir ni seguir adelante... fíjense lo que se afirma. Sí, que a través de una invención ellos se sienten lo suficientemente libres y felices como para pensar lo que quieran. Y a ver quién les discute que ello sea malo ya que imaginar es gratis como se suele decir. El problema se sobreentiende y no es otro que el de pretender imponer sus principios por encima de los demás. Entonces la gracia se transforma petulante. El soñador se rebaja a la escala del iluso.
El mal va a mayores al ver ellos mismos que el hilo se va acabando, es decir, que la madeja ficticia tiene un fin y un fin visible no obstante.
Algunos sueñan con irse a una sinagoga en pleno Marruecos e intentar cambiar a los allí presentes al catolicismo. Otros, al menos, son conscientes de que lo deseado es inalcanzable, pero ya te han intentado colar que sus ilusiones eran mejores por superiores y ambiciosas.
También hay un segundo grupo... los que han conseguido sus aspiraciones (siempre por encima de la de los demás) y por eso creen que su vida es más especial. De ahí que miren por encima del hombro y crean que pueden estar en sitación de mirar a alguien de arriba abajo, como si ese otro no fuera nada porque él es todo.
El iluso puede mostrar un humor de perros cuando él mismo sale de su burbuja y se da cuenta de lo que hay. Entonces baraja dos opciones o seguir mal con lo poco que tiene o fijarse más "retos" por los que luchar.
Siempre hacia adelante, siempre desde su ombligo, siempre imponiendo su ego con su puño de cartón piedra. Nada más lejos de lo complicado de los tiempos que corren. Quizá obliguen a más de uno a reiventarse mientras se arroja por la borda los sueños incumplidos en una deriva de promesas a familiares que ya nunca verán la luz. Y rápidamente se habrá tapado la pérdida con una buena nueva, con un parche exiguo para todos menos para él, porque el iluso puede pasar por alto el pequeño detalle de que los demás no se crean un ápice de lo que prometen o se prometen.
De todos modos nadie dijo que alcanzar un propósito fuera sencillo, pero al menos lo esperable es que todos juguemos limpio y equilibrando las posibles oportunidades de los otros o por lo menos no hacer de menos a nadie; con eso ya deberia bastar. Lo demás, como se suele decir en algunos casos, estará por venir. Virginia Wolf en La señora Dalloway hablaba de la mesura de las cosas... pues no estaría de más en algunos casos que se aplicara en el día a día.

1 comentario:

Werra dijo...

Chapeau Sr. Lo volviste a lograr.
Otro gorrazo a sus pies a la vez que inclino el espinazo hacía delante mientras paseo el brazo columpiándose en diagonal de izquierda a derecha en orden descendente.
Un abrazo D. Dani.