miércoles, 25 de mayo de 2011

Invaden la Tierra, otra vez.

País: Estados Unidos.
Dirección: Tampoco importa, ¿no?
Intérpretes: Muchos actores y ninguno actua.
Música: Esto deberia ir en blanco.
Año: 2011.
El largometraje pertenece al género de la ciencia ficción, en un principio, y al bélico de cara al final, o al grueso de toda la película. Invasión a la Tierra se estrenaba con todos los tintes de ser una de las películas de la primavera, un típico taquillazo, vamos, pero se va a quedar a las puertas de ello y de mucho más. Porque no se puede engañar al público habiendo leído las críticas o visto el tráiler, que, evidentemente destaca los mejores momentos.

Guión… si lo hay

Resulta de una simpleza pasmosa, el hecho de que, de nuevo, unos invasores, peligrosos extraterrestres, vengan aniquilando vidas humanas y todo a su paso, con el único fin de abastecerse con nuestra agua. Esto lo justifican porque la Tierra es un 70% de ella; un dato cogido con pinzas ya que lo transmiten porque sí, en vez de demostrarlo en imágenes, como sí que hizo La guerra de los mundos, hace ya cinco años. El último batallón de resistencia se encuentra en Los Ángeles y ahí es donde se hace al comienzo un flasforward (avance) argumental innecesario, con el consiguiente flashback (retroceso) para que la historia se acabe anexionando en el mismo punto donde empezó, en medio de un conflicto armado más próximo a Irak o Libia, que a una ciudad tan turística e idílica. Las cuñas radiofónicas antes del estreno revelaban el mayor secreto, si es que es tanto, de la cinta: el hecho de que en esa ciudad estuviera una de las “colmenas” alienígenas centrales, de ahí que todo se centre en ese batallón.Y el final… es disparatado por su excesivo patriotismo, reiterado hasta la saciedad durante todo el largometraje. Si algo se puede destacar de la película son sus buenos efectos especiales y sonoros. Total, demasiadas reminiscencias con Black Hawk Down, Skyline, o la serie Invasión que protagonizaban Eddie Cribrian y William Fichtner.

Reparto incoherente

Por un lado está Aaron Eckhart, que interpreta a un oficial del ejército norteamericano demasiado lejos del papel que encarnó en El caballero oscuro ya que tiene por encima a un militar que da órdenes y no queda muy allá que digamos. Le secunda en fama la actriz Michelle Rodriguez, tan Ripley como siempre. Se podría afirmar que faltan más personajes de peso en la trama, aunque como es tan escueta no es para pedir más de lo que dan. Jonathan Liebesman rueda este largometraje sin mucho tiento. Imitando en las tomas a Distrito 9, como si de un falso documental se tratase, Monstruoso o REC, quedando demasiado lejos de los ejemplos citados. En resumidas cuentas, el metraje se hace denso para todo lo que podía dar de sí y echa a perder a dos actores caracterizados por su garra y ganas; bueno el primero, mediocre la segunda.

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