El 27 de Noviembre de 2007 la Asamblea General de la ONU declaró el 2 de Abril como el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo. Numerosas Asociaciones y Entidades de Madrid y de toda España lo celebrarán, durante este periodo y el resto del año, con actividades de sensibilización y concienciación para que toda la población conozca en qué consiste el autismo. Es un trastorno que se encuadra dentro los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD). Esta categoría de los TGD engloba una serie de desordenes de origen neurológico, que aparecen desde el comienzo de la vida y que duran para siempre aunque presentan variaciones en su manifestación a lo largo del desarrollo, y que no desaparecen con la edad.
Más sobre los TGD
Los TGD, Trastornos Generalizados del Desarrollo, se caracterizan por una perturbación grave, cualitativa y generalizada de varias áreas del desarrollo: la relación social, la comunicación y el lenguaje y la flexibilidad mental y comportamental. Esas son las tres dimensiones que se incluyen en las definiciones diagnósticas más empleadas: la DSM-IV TR de la American Psychiatric Association (APA, 2002) y la ICD-10 de la Organización Mundial de la Salud (1993).En estas clasificaciones diagnósticas se establecen cinco categorías para los TGD:
Trastorno AutistaTrastorno de Rett, llamado también Síndrome de RettTrastorno Desintegrativo infantilSíndrome de AspergerTrastorno Generalizado del Desarrollo No especificado
Aspectos concretos y contexto del autismo
Desde finales de los años setenta se ha ido redefiniendo la definición de autismo y se ha ampliado hacia el concepto de trastorno de espectro autista (TEA). Esta noción considera al autismo como un "continuo", y ayuda a comprender que aun cuando existen marcadas e importantes diferencias entre las personas diagnosticadas, los rasgos de esta alteración se pueden situar en un conjunto de dimensiones que no solo están afectadas en el autismo, sino también en otras irregularidades del desarrollo. Según la Fundación Integrar, se ha hallado que los factores genéticos son determinantes en estos casos concretos. Los resultados de la investigación revelaban que había moléculas de adhesión a neuronas en la patogénesis del TEA en el cerebro. Casi la totalidad de los genes estudiados en el análisis fueron identificados en la implicación de la sinapsis. Algo que no es distinto de la población “normal”, aunque el dato es que se obtiene con más asiduidad (20% de los casos) en niños con dicho trastorno. El concepto de espectro autista y la consideración del desorden como un “continuo” de diferentes dimensiones y no como una categoría única permite reconocer a la vez lo que hay de común entre estas personas y lo que hay de diferente en ellas. Esto no es una enfermedad, sino un conjunto de signos e indicios que se presentan juntos y conforman un trastorno, que a su vez se diagnostica según las conductas que se observan en cada individuo. Hoy en día se considera que el autismo es un síndrome del neurodesarrollo, con un conjunto de síntomas, aparentemente, poco relacionados y una amplia variabilidad en cuanto a la presentación de sus señales, y el nivel de severidad de los seres afectados.
Más sobre los TGD
Los TGD, Trastornos Generalizados del Desarrollo, se caracterizan por una perturbación grave, cualitativa y generalizada de varias áreas del desarrollo: la relación social, la comunicación y el lenguaje y la flexibilidad mental y comportamental. Esas son las tres dimensiones que se incluyen en las definiciones diagnósticas más empleadas: la DSM-IV TR de la American Psychiatric Association (APA, 2002) y la ICD-10 de la Organización Mundial de la Salud (1993).En estas clasificaciones diagnósticas se establecen cinco categorías para los TGD:
Trastorno AutistaTrastorno de Rett, llamado también Síndrome de RettTrastorno Desintegrativo infantilSíndrome de AspergerTrastorno Generalizado del Desarrollo No especificado
Aspectos concretos y contexto del autismo
Desde finales de los años setenta se ha ido redefiniendo la definición de autismo y se ha ampliado hacia el concepto de trastorno de espectro autista (TEA). Esta noción considera al autismo como un "continuo", y ayuda a comprender que aun cuando existen marcadas e importantes diferencias entre las personas diagnosticadas, los rasgos de esta alteración se pueden situar en un conjunto de dimensiones que no solo están afectadas en el autismo, sino también en otras irregularidades del desarrollo. Según la Fundación Integrar, se ha hallado que los factores genéticos son determinantes en estos casos concretos. Los resultados de la investigación revelaban que había moléculas de adhesión a neuronas en la patogénesis del TEA en el cerebro. Casi la totalidad de los genes estudiados en el análisis fueron identificados en la implicación de la sinapsis. Algo que no es distinto de la población “normal”, aunque el dato es que se obtiene con más asiduidad (20% de los casos) en niños con dicho trastorno. El concepto de espectro autista y la consideración del desorden como un “continuo” de diferentes dimensiones y no como una categoría única permite reconocer a la vez lo que hay de común entre estas personas y lo que hay de diferente en ellas. Esto no es una enfermedad, sino un conjunto de signos e indicios que se presentan juntos y conforman un trastorno, que a su vez se diagnostica según las conductas que se observan en cada individuo. Hoy en día se considera que el autismo es un síndrome del neurodesarrollo, con un conjunto de síntomas, aparentemente, poco relacionados y una amplia variabilidad en cuanto a la presentación de sus señales, y el nivel de severidad de los seres afectados.
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