sábado, 26 de diciembre de 2009

Pitufilandia


Año: 2009.
Páis: USA.
Duración: 150 minutos.
Director: James Cameron.
Titulo: Avatar.
Reparto: Sam Worthington, Zoe Saldana, Sigourney Weaver, Michelle Rodríguez.
Música: James Horner.

Doce años es mucho tiempo. Ese es el lapso que ha tenido James Cameron para construir un largometraje más banal de lo que parece. No se pone en duda el diseño gráfico y la imaginación de los decorados; pero el problema radica en que Avatar está pensada para ser un simple negocio. Este lastre se ve en que da la sensación de estar en el argumento de un videojuego en vez de en la mejor película del año.
Habría que ser invidente para no ver que el protagonista principal (Sam Worthington) se ha convertido en la estrella de los próximos... ¿15 años? A falta de estrenar Furia de titanes. También es de agradecer el aroma a Ripley que se respira a lo largo del metraje gracias a la presencia de la actriz y otras reminiscencias visuales y estéticas. Al menos, deja buen sabor el giro argumental por el que acaba diciendo el protagonista: -Los alienígenas se marcharon. Haciendo mención a los humanos y el detalle de la delgadez en las piernas inservibles de Jake.
De nuevo, nos encontramos con un mensaje belicista que recuerda a los conflictos en Irak, Afganistán y, sobre todo, Vietnam. También el “guión” guarda códigos actuales como la protección de la naturaleza y del planeta. Pese a todo ¿Por qué en estas películas siempre hay un mesias o un elegido espiritual? Sería original que alguien mediocre salvara el mundo y que se enamorara de la chica guapa y que ésta, a su vez, le rechazara.
Se hecha de menos al compositor Danny Elfman (íntimo de Tim Burton) para recrear musicalmente a los personajes alienígenas con esa sutileza y genialidad que tiene. Por el contrario, James Horner se ha dedicado a realizar la típica banda sonora de acompañamiento a una superproducción; en Titanic resultó eficaz, pero en Avatar suena todo demasiado manido.


Los efectos sonoros cumplen, gratamente, excepto en el graznido de los caballos que es calcado a los velociraptores de Jurassic Park.
Si hay algo que se le puede echar en cara a James Cameron (que para eso es el rey del mundo) es que, en esta ocasión, el hilo narrativo va perdiendo fuerza según avanza la película, todo lo contrario que en Titanic. Hago la comparación porque desde un comienzo se sabe como concluyen los dos ejemplos.
Por último, destacar que hubiera venido bien algún monstruo marino en Pandora, para enfatizar la hostilidad del planeta desconocido; ya que hay bestias aéreas y terrestres. Ahí vendría bien todo lo visto por el famoso director en los estudios y filmaciones que ha hecho del fondo marino terrestre en estos largos años.
En resumidas cuentas; puede que sea la mejor película del año, pero no es tan buena como debería.
Distrito 9 - Las crónicas de Riddick - Pocahontas = AVATAR

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