martes, 16 de marzo de 2010

No con mi dentista

Estas líneas van cargadas de subjetividad, lo prometo.
Mi dentista se llama Inés. Tiene una clínica en Moraleja y otra en Arroyomolinos, más otras operaciones de alto standing como su lengua diría si leyera más; a falta de pan...
Poseé algo en la mirada que no gusta y que me produce rechazo. No sabría decir qué es, pero tiene mucho que ver con la codicia y con la falta de escrúpulos.
No es adusta en el trato, ni delicada en la profesión. Una dedicación que linda continuamente con los nervios bucales no es para ser tan brusca y agría.
No importa que me restriegue por la frente sus dos encantos; por mí como si es una playmate, pero sería de agradecer que fuera más justa y menos cuatrera (o fisgona. Voy a ser brusco yo también).
Le dedico esto porque me engañó o eso creo tras los siguientes hechos: 1) Me hizo dos curas en las muelas sin que fuera lo hablado y sin decírmelo. Cuando me enteré me quedé con la misma cara que debe mostrar un proxeneta cuando no le cuadran los cálculos. Tampoco puedes expresarte bien con la anestesia subida hasta el párpado inferior...
2) A los tres días me hace dos empastes cazando al vuelo (esto lo sé ahora) de que no van a ser lo adecuado. Ya van 150 euros entre el punto uno y dos.
3) Voy hoy y su secretaria me da cita para el próximo martes. Le pregunto que cuánto cuesta una endodoncia. -140 euros más 60 del arreglo -dice-. Para entonces, ya llevo unos segundos con la expresión de “yo también puedo ser dentista” (dudo que la recepcionista sepa interpretarlo de ese modo).
Pero me pregunto varias cuestiones, ¿Por qué coloca el extractor de saliva en el lado contrario del que trabaja? ¿No hay otro método más delicado que pinchar un labio con un pequeño gancho a lo capitán Garfio para saber si la anestesia va haciendo efecto? ¿Se lo habrán hecho en la infancia y por eso me lo hace a mí? ¿Por qué no ve mi mano levantada (signo que ella ya sabe que indica dolor) cuando debería estar más pendiente de la mano que de otra cosa? ¿Por qué dice que la culpa es mía por no hablar si tengo el extractor de saliva, sus cinco dedos, más la anestesia en mi boca?
¿En qué pensaba cuando se lanzó a erosionar el diente sin anestesia?
Menos mal que se dio cuenta a tiempo... tampoco vio mi mano levantada ni mis ojos fuera de órbita.. me cachis.
Cuando diga su profesión que sea sincera; es pinchadora de mofletes, no dentista.

5 comentarios:

Daniel Atienza López dijo...

Esta tarde he estado revisando fallos y veo lo que me queda aun por aprender. Va a ser difícil publicar este blog.

Ang dijo...

no estas describiendo a todos los dentistas, conste y el blogg es estupendo.

Silvia Ratratá dijo...

danis!!!!!!!!!!!!tenias ke haberme preguntado porke mi madre fue a ese mismo sitio y fue para ver si podian arreglarle una muela,y de primeras ya entes de solucionarle ningun problema le crearon uno a ella...ke se fuera primero a arroyomolinos a hacerse una radigrafia de la boca y eran ya 50 pavazos!!!de ke vas????????flipada!!!anda y ke te peten!!! asi ke hoy mismo se ha ido a un dentista ke hay en fuenlabrada estupendo ke le ha arreglado su problema con la muela, son supermajos y atentos y encima la radigrafia en el caso de mi madre le sale gratis,aunke suelen cobrar 30 euros por radiografia....hay ke ver eh???muakissss danis amorcete!!!!!

Daniel Atienza López dijo...

Bueeeeno. Espero esa euforia la próxima vez que nos veamos, joooer, jajaja. La dentista es horrible. Ya me dirás donde hay otra (espero que sea antes del martes) Un besazo rubí.

Daniel Atienza López dijo...

Y la historia acaba con mi marcha de la consulta sin avisarla de que me piro. Resulta que tiene la manía de citar a dos personas a la misma hora. Esto en UGT podía ser objeto de movida si yo lo hacía, pero oye... Moraleja tiene un plan, XDD.
Tengo claro que Adeslas va a ser el próximo.