sábado, 27 de marzo de 2010

Quince de catorce

A sal en el asfalto, arena en el pecho,
tabasco en llaga. Luna traicionera;
la mañana no oculta mi maltrecho.
Olvidé la testa en su cabecera.

Tu abrazo, ¡qué plácido minué!
el alba a la noche como tú a mi tez.
Me marcho a la de uno, a las dos, a la de...
Espían la mesa y el anaquel.

Deseas la regresión del minutero,
yo su detención. Valdío anhelo;
tictac eterno, lastre en cometa.

Quiero refrescarme en tu manantial;
cambiar rocas por cantos del fluvial.
Un alma huye. No está. Busca en tu maleta.

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