martes, 2 de febrero de 2010

Victor Sjöström y otros maestros del cine mudo

La primera proyección pública sueca de El jardinero, tuvo lugar el 1 de noviembre de 1980, sesenta y ocho años después de su rodaje. La censura sueca consideró que la película era un tanto ofensiva para la moral, argumentando con creces que la “hermosa muerte” de la joven en el jardín de su propia casa era contraria a todo ideal de justicia. La Svenska Bio (que acabaría trasladándose de Kristiansdad a otros estudios nuevos en Lidingö) protestó y la película se presentaría ante el mismísimo gobierno sueco encabezado por Karls Staff.

Alguna copia se vendió al extranjero; lo que hizo que la película no desapareciese definitivamente. De esa manera se llegó a recuperar con el título The Broken Springose. Las cualidades que adornan la obra mostraron ciertos matices precoces para lo que era el cine de entonces (planos cortos y sin ritmo). Aspectos como el predominio del relato mesurado donde se muestra un ritmo presto, la consistencia lumínica de las imágenes (donde a pesar de visionarse en dos colores; a lo largo del corto, se aprecian numerosos matices de claros y oscuros) y la presencia incesante de la naturaleza. Esta obra fusiona la voluntad humana patente en casi todos los personajes y las propias imágenes que la representan.
Con su segunda obra conservada Danos el pan de cada día, se aprecia de nuevo el talante conservador de la sociedad sueca de entonces; donde el liberalismo se abre paso en Europa. El sindicalismo estaba ya dando sus primeros pasos. Los impuestos públicos se afianzaban de dos modos: los voluntarios que eran llevados a cabo por la gran burguesía para contribuir al desarrollo social y los obligados o comunes, que eran llevados a cabo por todos los ciudadanos como partícipes de una sociedad en avance. En cambio, algunos hechos sociales como el voto de la mujer; cuajaron primero en los países nórdicos y más tarde en el centro del continente (en España se aprobó en 1931 y en Rusia en 1917). Esta censura sueca como señalaba con anterioridad; rechazó la obra teatral de Nils Krok (en la que se inspiró Sjöström para su segunda filmación) alegando que los dramas sociales sobre la pobreza no estaban de moda.
Sjöström con la sucesión de los planos medios y largos hace avanzar más ágilmente la historia. Los rótulos muestran lo ya visto, siendo muy breves (algo curioso que ha llegado incluso hasta nuestros propios días, donde el DVD ha imitado un poco la presentación de las escenas, titulándolas por separado para reconocerlas y poder seleccionarlas con mayor facilidad a través de nuestro mando).
Este autor contribuyó a mejorar el camino de una nueva forma de narrar, contando muchos sentimientos y sucesos en tan sólo cuatro rollos de película.
Otras características que se aprecian en ambos cortos son: el sensacionalismo donde los personajes están enfermos o acaban muriéndose y la protagonista en ambos casos tiene que afrontar la vida (o bien buscando nuevo hogar y tras verse vencida suicidándose o llegando a la locura saliendo años más tarde de ésta con la ayuda del hijo querido). Esto muestra la reacción del gobierno sueco de entonces ante el sensacionalismo.
Se aprecia también las correspondencias secretas entre el mundo exterior y los conflictos del alma, analogías discretas que implican un sentido desusado de las proporciones, la profundidad de campo, los contrastes mencionados anteriormente del blanco y del negro, de la sombra y la luz, del rasgo y la masa, conservándose al mismo tiempo el realismo e imponiendo sus imágenes al mundo real.
Habría que hacer mención a otros acontecimientos del cine mudo en el contexto marcado por la propia película.
En 1911 se construyen los Estudios de Cristal en las cercanías de Postdam, que se inauguraron con el largometraje La danza de la muerte protagonizado por Asta Nielsen. En los años siguientes son ampliados de forma constante y la producción se dispara. En diciembre de 1917 se funda la UNIVERSUM-FILM-AG (UFA) por iniciativa de los militares alemanes que buscan el efecto propagandístico del cine. En la UFA participaron el Gobierno, bancas y representantes de la industria del acero, eléctrica, de la navegación y de la agricultura; también invierten en la distribución y en las salas. Con sus enormes recursos económicos se impone en el mercado alemán sin verdadera competencia.
En 1921 la UFA absorbe a la Bioscop y se hace con la propiedad de los terrenos de Babelsberg. Bajo la dirección del productor Erich Pommer, fundamental para comprender lo que se ha dado en llamar el expresionismo cinematográfico, se ruedan en Babelsberg películas para el mercado internacional que ofrecen un gran espectáculo: Los Nibelungos (1922-24), Metrópolis (1926) y Fausto (1926).
A finales de 1926, y tras nuevas ampliaciones, en Babelsberg se encuentran los mayores estudios cinematográficos de Europa. En 1929 en el recién construido Tonkreuz (Cruz de Sonido), estudio de cine sonoro con los últimos adelantos, se rueda El ángel azul.
Grandes autores de origen alemán o austríaco se dan también cita en este periodo de tiempo, como es el caso de F.W. Murnau; quien estudió filología e Historia del Arte en Heidelberg. Cuando sus fructíferos estudios concluyeron, trabajó en la compañía teatral de Max Reinhardt. En 1919 comienza su viaje por el cine con la película Der Knabe in Blau. Pero el reconocimiento a su obra no llegará hasta Nosferatu (película que sirvió para marcar el inicio de toda una filmografía acerca de un personaje de terror en diversas adaptaciones, actores y directores. La última película acerca del personaje llegó hace dos años con Crepúsculo; muy lejos del vampirismo original y de su calidad visual. Grandes actores han interpretado ese papel como Christopher Lee, en 1992 Gary Oldman o Willem Dafoe años más tarde. En 1926 marchará a Estados Unidos donde rueda Amanecer en 1927 que le premiarían con un Oscar y su última película Tabú.
Destaco a dos grandes maestros del cine mudo como son Búster Keaton con su técnica de la elasticidad del tiempo, sus bromas, su capacidad de improvisación, la combinación de su rostro impasible con la movilidad de sus acrobacias en situaciones absurdas. Su gran obra El Maquinista de la General está incluida en la lista de las 10 mejores comedias bajo el criterio de especialistas del séptimo arte.
Otro genio sería Charles Chaplin (cuya primera parte de su filmografía es muda y la segunda con sonido) que llegó a vivir otro gran acontecimiento del cine, a aparte de la introdución del sonido (1929 unas fuentes, 1928 otras) como fue la caza de brujas llevada a cabo por el presidente americano McCarthy, que le obligaría a exiliarse de nuevo a Gran Bretaña. Ambos cineastas se vieron inmersos como Sjöström en la interpretación y la caracterización de sus propios personajes; sin olvidarse de Harold LLoyd.
Hay dos grandes obras que quiero mencionar en la historia del cine mudo: una es El Nacimiento de una Nación 1915 del cineasta David W. Griffith. Donde la película se impregna de ciertos toques raciales y ha servido de ejemplo a numerosas obras posteriores. En ella aparecen los acontecimientos históricos más problemáticos de entonces, como la guerra civil, que años más tarde se vería representada en la sociedad con la segregación social de la raza negra o la formación del Ku Klux Klan.
Otra es El Acorazado Potemkin 1925 del cineasta ruso Einsestein. En ella muestra los comienzos de la revolución rusa, donde unos marineros descontentos en el barco, por el hambre y por las órdenes militares deciden apoyar las sublevaciones que se están llevando en tierra. Poseé una escena clásica donde un niño se escapa de las manos de la madre y desciende por unas escaleras dentro de el carrito en medio de un tiroteo. Más tarde volvería a escenificarse en otra película, Los Intocables de Elliot Ness.
Ambas películas muestran temas distintos a los que Sjöström nos enseñaba en sus películas El Jardinero y Danos el pan de cada día. El sueco transmite y muestra temas sensacionalistas como la muerte de los personajes rodeados por una naturaleza reconfortante. El americano y el ruso, enseñan temas de índole social, donde es el poder (al menos en el caso del ruso) donde se encargan esas obras como arma propagandística y a pesar de mostrar temas más escabrosos, no son censuradas.
La censura siempre ha manchado el arte en sí. Hitler lo primero que hizo al llegar al poder fue apropiarse de la UFA, entre otras muchas cosas. Sancionaba el arte pictórico también, pero en cambio apoyó el arte en forma de propaganda política, al igual que hizo Mussolini en Italia apoyando el futurismo. Franco haría lo propio también en nuestro país y había que irse a las fronteras limítrofes, para poder ver en el cine contenidos eróticos o cualquiera obra que la iglesia y el poder consideraran pecaminosa.
La película de Gilda de Charles Vidor, sería un claro ejemplo.

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