lunes, 1 de febrero de 2010

En boca de Rafael Chirbes


El hombre al que he entrevistado me revela que se siente más escritor que periodista. No se ha relacionado mucho con la actualidad; ha huido mucho de ella; sólo le interesa por curiosidad y le resulta bastante aburrido, le aporta bastante poco a su persona. El último premio que le concedieron por su nuevo libro comenta que le ha aportado noches de copas con amigos y buena gente. Matiza que la gente de Zaragoza es muy amable y simpática. Se siente muy feliz al saber que un título suyo, ha servido para crear el nombre de una asociación de escritores de Fuenlabrada. Le hago otra pregunta donde le doy a elegir entre Max Aub y Benito Pérez Galdós (tras documentarme sobre él, descubro que al primero le admira mucho y el segundo aporta bastantes rasgos y estilo a sus obras). Acaba por no inclinarse por ninguno. Según éste, sería como si te dieran a elegir entre tu padre y tu madre. Afirma que Galdós tiene una gran proyección y que es al siglo XIX, lo que Aub es para el XX. Ambos le han aportado mucho.
Va a publicar un nuevo libro suyo sobre ciudades, que saldrá a principios del próximo año a la venta, si la editorial lo permite. Le pregunto qué le ha aportado el dedicarse a ser periodista. Responde que acontecimientos destacables no ha tenido ninguno. Trabajar en su revista de gastronomía le ha permitido moverse mucho, estar en sitios y hoteles que en otras situaciones no se hubiera permitido visitar. Acerca de si se ha cuestionado sacar un libro comercial y no tan independiente como los que ha sacado; contesta que ni tan siquiera se lo ha planteado, que no sabe cómo se hacen y que no lo necesita. Como lo único que le queda hoy en día por pagar es su coche, no se ha visto obligado a sobrevivir de sus propios libros.
En la presentación de su nuevo libro Los viejos amigos, el autor habla de muchos temas importantes y personales. De algunos detalles que recuerdo aun destacaría:
- La comparación que hizo de los políticos en la actualidad, donde afirmó que primero te inyectan una clase de veneno, para que luego seas inmune a sus mentiras.
- Que Zapatero va por buen camino. Que está haciendo una obra de teatro, donde ha subido al escenario, primero a las mujeres y luego a los homosexuales, y que todo el mundo aplaude (esto fue antes de la llegada de la crisis).
- Habla de que hoy en día el trabajador, ya no está acorde con el contrato social. Que se lo han robado.
- La crítica que hizo de Saramago. Donde matizó que no se explicaba su rotundo éxito al escribir una vez y otra la misma historia en distintos libros. Que está mintiendo sobre la realidad. No todo es tan lindo y positivo como los personajes de Saramago. La vida es injusta, a veces, y sus libros se acercan más a ella, a la sobriedad, la muerte, la penuria y el desamor.
- Habló de su estilo narrativo (una de las dificultades que entrañan sus libros al leerlos) donde apuesta por el juego con el lector. Por engañarle, no darle las cosas mascadas, sorprenderle con un ritmo lento en la obra.
- Nos comenta a los que le estamos escuchando en la pequeña sala del Club Fantasma, en el Ayuntamiento viejo de Fuenlabrada; que nunca sabe lo que está escribiendo. Que no controla lo que escribe, sino que el propio libro es quien, por si solo, va tomando forma y cuerpo. Por ello, muchas veces se decanta por no publicar lo que hace o retocar el final o algunos pequeños detalles (como hizo con La buena Letra) hasta la saciedad.

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