martes, 8 de junio de 2010

Paco González en "La Noria"


No daba crédito. La final que jugó el Aleti en la Liga Europa, que luego acabó ganando, no estaba siendo presentada ni dirigida por Paco González. Lo primero que pensé fue que le habían dado vacaciones o que se había puesto malo. En días sucesivos, comprobé que tampoco estaba presente. Es más, había un sustituto. De pronto pensé en que los amedrentados de 1938 que mordieron el anzuelo con la radiodifusión de La guerra de los mundos, no estaban tan locos. La radio es mágica. Es el medio más especial y todo por la carencia de imágines y la sujeción de nuestra atención en una simple voz.
Me considero uno de esos retrógrados que apagan el televisor para ir a escuchar el partido en la cadena de música. Pero ya… no será como antes.
Anoche, y en diferido, vi en La Noria una intervención del periodista de la SER.
En la Red se lee que los directivos estaban caldeados porque hace un año estuvo en negociaciones con la COPE para marcharse. También que la causa verdadera de su suspensión de salario y empleo fue porque se negó a realizar un programa diario a las tres de la tarde con un equipo de comentaristas que no era el suyo de cara al Mundial. Poco importan los insultos o tacos, como calificó con humor en el programa de Telecinco, entre él y un pez gordo que decidió despedir al director y presentador de El Carrusel; una voz que ha generado un audiencia regular durante dieciocho años.
Su presencia allí estaba clara, puesto que la cadena, hace bien poco, adquirió parte de la propiedad de PRISA y porque consta que Paco González es un periodista ejemplar, de los que cosen muy fino. Este hecho quedó enfatizado cuando Cristina Tárrega intentaba sonsacarle algo para que vomitara la bilis. Aun así, se mantuvo sereno y dejó claro que lo que él era como periodista se lo debía a la SER. Chapó.
Poco tardó J.J. Santos, sentado al lado, en concederse el mérito de ficharle para la televisión en un programa que emitirá La Siete durante este inminente Mundial. Y es que, habrá que ver el descalabro de share que registrará, de ahora en adelante, el programa más seguido en la radio española.
Más tarde, Jordi González, dejó en el aire los próximos proyectos del antiguo director de El Carrusel. Entre ellos, la posibilidad de hacer otro formato similar en otra cadena con varios compañeros de toda la vida.
Lo peor del caso fueron las prisas con que José Ramón de la Morena quiso silenciar a sus compañeros para que no refirieran nada en antena cuando sucedió el despido; lo mejor fue que algunos profesionales se saltaron a la torera las peticiones y dejaron alguna que otra despedida a Nostrapacus.
Todo parece indicar que la decisión de los altos cargos para con el periodista ha sido un patinazo; y más en un medio, tan peculiar, en el que una voz no reemplaza a otra.
De haber estado todavía en pie Jesús de Polanco tal vez los resultados hubieran sido otros. Quién sabe.
Sea como fuere, no da buena imagen a un grupo cuando uno de sus máximos valores abandona la empresa por la puerta trasera.

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