viernes, 7 de mayo de 2010

Hulk de blanco


Menudo partido se marcó CR9 en el Ono Stadi. De haberse apagado los focos del estadio se hubieran comprobado dos hechos: que la camiseta del portugués brilla con luz propia y que hubiera metido tres tantos del mismo modo, porque esa criatura tiene las referencias de la portería insertadas en el ADN. Tan pronto arranca con su vigorosa zancada desde la derecha, como desde el medio, como desde la izquierda, como desde su propia área. Los defensas cuando ven que se les viene encima esa musculatura pugilística no saben cómo detenerlo. Nunca he visto tanto brío en un deportista, aunque recuerda al atleta jamaicano Usain Bolt en la potencia de su carrera y en las ansias de triunfo. Lo de Cristiano no es fútbol, sino una Gigantomaquia en toda regla.
Además ostenta ese halo de riesgo que cuando tiene el esférico en su poder parece que ya es medio gol. Le pasaba a Di Estéfano, Maradona, Ronaldo o Messi.
Desde una perspectiva empresarial el chaval no tiene precio. No lo hay cuando siempre es el mismo el que resuelve el embrollo. Ha conseguido lo que se antojaba incierto: demostrar que la friolera de valer noventa y seis millones de euros sea pecata minuta. Y es que el luso debe de estar hecho de otra pasta. Otros muchos han fracasado por la presión mediática de sus elevadas fichas. Tal fue el caso de Prosinecki o Denilson.
¿Se imaginan un equipo de once profesionales como éste? Sí, de esos que son verdaderos futbolistas por el arrojo y porque no dan un balón por perdido. Es imposible, por eso fue un privilegio ver dicha exhibición. Los aficionados rivales así lo entendieron y le acabaron aplaudiendo cuando se le sustituyó.
Por otro lado, se leía por ahí que esta Liga tenía dos campeones y es cierto. Ni el Barça merece irse de vacío, ni el Madrid ver cómo sus esfuerzos han sido en balde. Gane quien gane los aficionados lo han pasado genial. Ambos equipos se han disparado y han roto todos los registros tanto de victorias como de puntos. Encima ha vuelto Clemente a los terrenos (anda que si le da un ataque de humildad y cede su columna en Marca a otra persona. Lástima que los becarios ni opten a ella) rajando como sólo él sabe hacer.
Lo malo es que el Real Madrid ha dado la sensación de que si no hubiera vendido a Robben y Sneijder y de que, tampoco, hubiera fichado a Kaká (que sin espacios es vulgarmente mediocre. Me pregunto si nadie avisó de que los blancos no son un ejemplo de distribución espacial en ataque) y a Benzema; se podría haber aspirado a mucho más. Aunque nadie dispone de una lámpara mágica en las pretemporadas.
Queda por comprobar cómo será el nuevo proyecto de convertir a la competición española en un calco a la inglesa con los contratos televisivos y en el número de equipos a participar.
¿A nadie le da que pensar el hecho del boquete que hacen los dos grandes arriba de la tabla y lo igualado que se queda todo de mitad hasta el último? Raro sí que es.

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