El escaparate

Marca tiene un gran lacayo y ese no es otro que su director, Eduardo Inda. Ahora quiere vender que Mourinho vendría de ole para este Madrid. Déjenme discrepar. Considero que el técnico luso es el mejor entrenador en activo que hay en la actualidad futbolística, pero el Real Madrid primero debe reestructurase como institución y luego como equipo. Como este verano tampoco tiene pinta de ponerlo en marcha (bastaría con que hubiera más clarividencia por parte del entrenador, contar con chavales de la cantera en el primer equipo, que Valdano esté a lo que esté, la contratación de Zizou en un alto cargo y la planificación de un equipo con cierto dibujo táctico y que sepa a lo que juega) los diarios deportivos madrileños ya están en lo de siempre: futuribles y más futuribles.
A los merengues no se les puede espetar falta de coraje ni hambre de victorias.
El domingo, sin ir más lejos, se comieron a un Valencia, que parecía tener en cuarentena a su fútbol. Gran mérito fue de los blancos que cubrieron bien los espacios. Por el contrario, el Espanyol demostró que a este Barça se le puede apretar la corbata hasta desoxigenar su vistoso juego de posesión y llegada.
En medio de los dos equipos tan sólo hay una nube de ceniza islandesa, que ha llegado, cogida por los pelos, para que el F.C. Barcelona se pegue un palizón de viaje en autocar para visitar un Giuseppe Meazza, donde le espera un equipo tan enchufado al Scudetto como los blaugranas a la Liga BBVA; el Inter de Milán. Veremos si al final influye la diferencia que hay entre un avión y un autobús. Lo mismo opino para el Liverpool que hará lo mismo para venir al Manzanares. Por cierto, jugar sin Torres es hacerlo sin más de medio equipo.
Volviendo a Inda. Lo peor es que lleva toda la razón. Si gana el Inter esta noche, lo más seguro es que acabe en el banquillo de Chamartín si o si. Y si levanta La Orejuda en el Santiago Bernabéu esta temporada lo mismo Massimo Moratti le enseña el dedo corazón a Florentino como aval para la no contratación. De lo que estoy seguro es de que sí el portugués acaba entrenando a los madridistas, la prensa no tardará en indignarse por la personalidad difícil de este entrenador.
Todo es posible en este mundillo. De todos modos, si los catalanes llegan a la final no me va a disgustar que ganen la Cuarta aquí. Es el mejor equipo del mundo de largo; pese a quien le pese.