martes, 20 de abril de 2010

La moda cansina


Hace ocho años, sino más, que llegó a los pubs esa música calentona de ritmo fácil, de letras terriblemente vacías y carentes de calado (me viene el ritmo del tema The Times Tehe Are A Changing de Bob Dylan como ejemplo de buena repercusión social). Está claro que el reggaeton se ha implantado para un baile pegado, sin más, porque el tango es de distancias cortas, pero comparen el resultado de uno y otro. Fue la música que desterró a los triunfitos David Bisbal y Bustamante y apagó, en cierta medida, a Estopa (por cierto, el asturiano acaba de ser portada Quore con una imagen totalmente retocada junto a su novia), de las discotecas.
Su éxito ha sido tan aplastante que Alejandro Sanz y Shakira han tenido que amoldarse a ello. A cuál peor artista...
Antes lo comparaba con el tango y no es descabellado ya que los comienzos de ese elegante baile fueron los lupanares argentinos. Dudo que haya ahora mejor paso musical para un fin sexual que no sea bailar a Daddy Yankee, Arcangel o Don Omar, por citar algunos “cantantes” (las comillas son subjetivas, pero razonables. Como si la opinión los dos artistas latinos del párrafo anterior tampoco lo fuera).
Se estarán preguntando el motivo de este texto. Creo que ya es hora de otra moda ¿no? Al menos que vuelva la música de los sesenta, setenta y ochenta para quedarme a solas con mi consumición.
Puede ser que este cambio ya se haya producido por el rap y las famosas “peleas de gallos” donde los raperos quedan en la calle y se pican a ver quién tiene más capacidad para demostrar menos seso (juraría que en toda letra siempre hay una acusación contra la pobre madre del adversario). Aun así, hay alguna letra por ahí mediocre, pero no se puede generalizar. No digo que esto esté gustando a una gran mayoría ni que el reggaetón esté llegando a su fin (muy a mi pesar) pero son movimientos sociales que no hay que pasar por alto si uno es curioso por naturaleza.
Aprovecho para informar de que el pub Dangerous en Fuenlabrada (cerca de bodegas Pinto) sigue cerrado y que el dueño pretende abrirlo, exclusivamente, para la tribu urbana punkie (¿habrá diferencia entre éstos y los sarperos o son de la misma parra?). Que recuerde, sólo he visto a un seguidor izquierdista así en toda mi vida por esa localidad. Por el contrario, en Móstoles hay un gran número. Se contradice que donde está el PSOE no haya y donde está el PP si (los más alocados dirán que es un puro acto de insurrección). Dicho esto, se desconoce la acogida del futuro negocio que va a llevar a cabo próximamente.
Lo mismo si pusiera reggaetón… otro pollo cantaría.

2 comentarios:

Ruben Barroso dijo...

Ay, papito! No te enfades y dame gasolina xD

Aida dijo...

¡Jaja! ¡Voto por que vuelvan las mallas de colores orteras!
Aida