jueves, 15 de abril de 2010

Tender el guante


Ayer, 14 de abril de 2010, el director polaco, Andrzej Wajda, expresaba su grata sorpresa al enterarse de que la televisión rusa había emitido su largometraje Katyn de 2007 a través del canal Kultura en una franja horaria de máxima audiencia.
Esta acción se ha tomado internacionalmente como una posibilidad de acercamiento para la reconciliación de Rusia y Polonia tras el genocidio llevado a cabo por la policía secreta de Stalin en 1940. En dicho exterminio se acabó con la vida de veintidós mil militares polacos más gran parte de la élite intelectual del país. Médicos, catedráticos...
Como consecuencia de aquello, se hizo un monumento al que iban a asistir el presidente polaco Lech Kaczynski rodeado de miembros de su gobierno (iban unos noventa acompañantes en ese vuelo). Luego pasó lo que pasó y la caja negra del avión dirá en los dias sucesivos qué ocurrió con casi total exactitud. Pero imagínense el rostro de bochorno de Vladimir Putin, presidente de Rusia, con el fatal desenlace en la zona. Además ha muerto un peso pesado de la política democrática que ayudó a desestabilizar el régimen comunista y que en estos años ha sabido construir un puente estable entre Polonia y Europa. El ingenio de emitir dicha película, que narra ese suceso, es una gran maniobra de diplomacia con miras a la galería. No se sabe cómo se resolverán estas intenciones de proximidad para con Polonia.
Lamentablemente ningún canal español ha emitido el largometraje y en las salas de nuestros cines pasó de puntillas. Los polacos parecen estar viviendo una situación tan "delicada" políticamente como la nuestra. La mancha comunista de ahí frente a la franquista de aquí.
Con Alemanía ya se enterró el hacha de guerra. Podría servir de precedente.

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